miércoles, 29 de febrero de 2012

29 DE FEBRERO


El título de hoy era obligatorio: 29 de febrero. Año bisiesto, de convulsiones, de calor primaveral, de desahucios personales, cansancio y falta de vitamina, de agenda para empezar a organizar la propia agenda, de horas finales en la falla y de calles... Hoy por hoy, ahora mismo, entre vosotros y yo, me faltan energías para la recta final que se me viene encima. Esta mañana he ido al Ayuntamiento de Valencia a acreditarme para el balcón, mañana volvemos a la carga. Esta misma noche tengo programa y mañana nos disparamos con veintitantos programas especiales, uno por día, que nos tienen que valer para informar, divertir, entretener y a servidor además para comprobar que no ha perdido fuelle... Seguramente mañana, uno de marzo, será un día de energías renovadas y de pilas puestas... Voy contrarreloj escribiendo esta entrada. Me apetecía dejar escrito algo en el día de hoy porque hasta 2016, si siguen volando nuestras hojas perdidas, no tendremos otra oportunidad de escribir un 29 de febrero... Y, entonces, ¿dónde estaremos? ¿Qué habrá pasado? Es terriblemente excitante pensar en ello, en qué pueden pasar estos cuatro años... Pero hasta 2016, de verdad, que no podré contestaros...

Anoche malperdí la tarde y la noche en la falla porque no me salía nada de lo que quería hacer. Manolo lo resumió luego con que tengo el genio corto, una frase que regresó a mí esta mañana en la ducha... Quizá últimamente me he sorprendido a los demás más que nunca para corregirme más que nunca... Y el genio corto hay que atajarlo cuando se tiene, como otras cuestiones que habrá que ir decidiendo...

Mañana empiezan las fallas, con fuerza y con un reto: disfrutar a cada segundo con el mejor trabajo que podamos hacer... Y hay mucha gente empeñada en ello. Así que, por esa gente, habrá que batallar. A batallar se ha dicho... Y a soñar con el 29 de febrero de 2016... En el de 2008 se me olvidó escribiros nada... Qué no vuelva a pasar... ;)

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