Será que me habré hecho mayor,
que algo nuevo ha tocado este botón
para que Peter se largue...
Y tal vez viva ahora mejor,
más a gusto y más tranquilo en mi interior
que Campanilla te cuide y te guarde...
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Lo siento. Me dejé, os dejé. Abandoné los zapatos viejos y las horas de candilejas, me fui por el camino del olvido y del descanso y me agencié horitas de sueño y risas, me aparté del camino que venía recorriendo y me repuse sentado en la piedra del camino.
Perdimos las elecciones: y respiré. No por alivio, ni por lamentarme. Respiré porque llevaba tiempo encorsetado y necesitaba respirar. Hondo. Respiré. Y sentí enchirse los pulmones, miré hacia el cielo y me quedé con la mirada puesta en el desconcierto, escuchando el móvil y planeando qué hacer pasado mañana. Me gusta la política, creo en ella. Creo que es una manera de gestionar la cosa de todos, la res pública, y creo en la honradez, la honestidad y el trabajo por los demás. Estoy agotado de defender el papel de los políticos y, ahora, se abre por delante una nueva época, de cuatro años, que aportará muchas cosas nuevas... Que sumará.
Pensé que perder unas elecciones me derrotaría, me derrumbaría después de tanto trabajo y no. Me izó hacia arriba, hacia el cielo: me subió, a la espera de caer y por el momento no ha habido ni caída ni recaída. No diré que es un orgullo haber perdido las elecciones, pero sí batallarlas y con juego limpio. Siempre. Hay que creer, hay que sentir, hay que vivir... Y yo lo hago. No celebro haber perdido unas elecciones, pero por primera vez en la vida, reorganizo mi mañana con una madurez optimista en la que pienso que se abren nuevas puertas, que llegan nuevos caminos,... ¿Hacia adónde iremos ahora? Me gustaría de repente clavarme dentro de diez años, en 2021, y averiguar qué fue de mi camino... Yo voy soñando caminos de la tarde...
Me escapé a Galicia: ya os contaré. Me escapé a respirar, a coger distancia, a vivir... Y he vuelto. Ahora, me queda el camino por delante, seguiré respirando, cogiendo distancia y acercándome a las realidades. Seguiré viviendo, que no siempre es fácil. ¿Se abrirán puertas? Espero que entre el aire fresco que venga a renovarme... Suena la música en casa y decido qué escribir. Ahora, todo es distinto, ni mejor ni peor: distinto. Y me gusta. Mi amigo Leo me dijo un día que me gustan los retos, bueno me dijo que se lo había dicho a otra persona de mí, y yo que tantas veces me he sentido tan cobarde, encuentro motivos para la alegría, para ser valiente, para afrontar el futuro,... Llegan nuevos tiempos. Retos. Vallas que saltar, que diría la Mabelón... En estos días he recibido una caterva de llamadas y mensajes, de apoyos. Algunos inesperados me han demostrado que estoy bien rodeado y ese es mi principal reto, seguir rodeado...
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Reto 1: Hacer de la sonrisa una maleta.
1 comentario:
Nos tenías abandonados, y se te hechaba de menos. Me alegro, que te encuentres bien y con ganas de seguir batallando. Un beso. R.
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