miércoles, 2 de septiembre de 2009

PONERSE AL DÍA



Perdonadme. Han sido las fiestas de Mislata y las horas de las calores. Los días de las vueltas a todo y del regreso a mi vida normal (?). Han sido los momentos de no parar, ni tan siquiera para escribir. Estos silencios forzados lo han sido por el desvarío y el final de la calma, por el regreso a los horarios que nunca tuvimos. Ahora, intento volver de nuevo (regresar siempre) a mi rutina sin rutinas de falta de monotonías. A mis renglones torcidos de Dios y vuestros. A mis costumbres sin tradición... A las hojas perdidas.

El pasado ha vuelto, pero no el más cercano. Han regresado a mí amigos de la niñez, personas del ayer, que me han provocado la alegría de saber cómo se cruzan los caminos en la vida. Esto provocará cambios, lo sé. Y me apetece. Han regresado las palabras tristes del adiós. Mañana tengo un entierro que me lleva a años atrás... El otro día, comiendo con los compañeros del Ayuntamiento, volví, entre risas a Cuba. Mañana regresaré entre lágrimas.

Calor de verano. El jazmín ha resucitado como nunca, después de tratarlo con cariño. Después de darle agua ante la sed,... El jazmín, como una metáfora de la vida, donde las cosas crecen cuando las mimas. Vengo a mimar y a mimarme, con la intención de cambiar las cosas que debería de haber podado hace tiempo... He regresado sin intención de volver al principio, sin pasar por la casilla de salida, y me va bien... Aunque sigo con mis insomnios de madrugada, que me dan alas para volar al alba. He vuelto a conectar el despertador, aunque nunca me haga falta. Tengo la casa en desastre mínimo y lucho por organizarme de nuevo. Es hora de ponerse al día...

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