jueves, 10 de julio de 2014

CASI SIN DARME CUENTA

Vengo cruzando la avenida de Blasco Ibáñez con un aire inusual para ser este julio que arrastramos. Vengo de casa de mi hermana, con la camisa blanca, y me encuentro a una coral ensayando junto a la Iglesia. Cantan como los ángeles. Tal cual. Con mi hermana navegué por internet y por el presente. Y seguimos adelante, después de bajar a comprar al Mercadona y encontrarme con la mitad de la infancia. Hace primer calor. Comí en La Mary con Ana y Alfredo, con Manu. Compré rebajas en la calle Colón recordando aquellos tiempos y regresé a casa en metro. Esta mañana estuve en la Avenida de la Paz. Mañana seguiré la marcha. He llegado al viernes, casi sin darme cuenta. Como otras tantas cosas...

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