martes, 7 de enero de 2014

AÑO NUEVO...

Marco estas líneas, las primeras de 2014, con manga corta y pasando frío. Sé que no es normal, pero creo que si voy a taparme ya no regresaré a estas hojas perdidas que quiero recuperar con toda la fuerza del mundo. 2013 fue un año de sacudidas, en casi todos los sentidos, y dejé de lado la pasión y la obsesión por rayar mi vida por aquí... Entre los propósitos del año nuevo me he traído volver a las hojas, volver a encontrarme con vosotros aquí todas las mañanas que pueda y todas las noches que me dejen...

Llegué ayer de Kuala Lumpur, que es como decir que vine ayer del año pasado. Pasé por Doha y por treinta horas de vuelos, de trenes, de placeres, de sueños y de conquistas... Así pasé del año pasado a este nuevo, con las lluvias de Bali y sus fuegos de artificio. Me desperté a las siete de la mañana. Dormí del tirón doce horas y me vine a la vida rutinaria de siempre con la sensación de que algunas cosas cambiaron. Y así es. Cambiaron. O por lo menos batallamos para que cambien, por voluntad propia.

Pasé por el despacho la mañana, malcomí unas patatas fritas con una coca cola zero con Gloria y Pepa en el Gran Turia. Y antes hablé con mamá, me puse a la familia como prioridad, y le pedí que mañana se marque un arrocito al horno de los que quitan el sentido. Volví a casa, pero me fui enseguida: minuto de silencio por la violencia de género y pleno municipal para aprobar la bajada de presupuestos. Salí de nuevo a la plaza que aún iluminan con navidad y Manolo me trajo a casa, después de dejar a Pepa. Comienza serie nueva en televisión, me pondré ahora a verla, ahora que ya deshice la maleta... Algo extraño en mí.

Anoche Carmen Amoraga ganó el Nadal. Me parece increíble conocer a alguien de esa altura. Pero lo pienso, y como a veces me dicen muchas personas, soy una persona afortunada. ¡Y vaya que lo soy!

Trabajo mucho y más que voy a hacerlo por convertir 2014 en un buen año. Lo de hoy no llega ni siquiera a plantear unos principios. Es solo una hoja perdida, que cae, la primera de todas en 2014. Hoy que se anunciaron las candidatura a los Goya. Hoy que imputaron a la infanta Elena. Hoy, que es mi primer día de 2014 en la realidad... Hasta ahora, como ya os contaré, fue una odisea fantástica entre Kuala (KL), Singapur y Balí. Mamá me confesó que lo pasó mal. Y ella, lo que no sabe, es que a diario casi pensaba en ella, recordando aquella escapada a la India en que cayó enferma... Pero ya estoy aquí y ella, genial. Parece mentira: pero nos hacemos mayores. Ya somos nosotros los que nos preocupamos de nuestros padres... En fin.

Me voy a ver esta serie nueva, qué cuenta... Y a dormir pronto. Calculo que mañana pagaré el Jet Lag de esta experiencia única... Con olas de Bali y humedades de Malaysia. Bona nit.

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