jueves, 17 de noviembre de 2011
RECONQUISTAS Y RESISTENCIAS
Miro hacia atrás a menudo, aunque intento confiar siempre en mirar hacia delante, hacia el mañana. Hoy, por ayer, fue un día duro, complicado,... Con espacios para todo y con ganas de llorar, pero no lágrimas, que ésas salen cuando toca, de llorar quejíos. Lamentos. Me lamento dos años después como un recuerdo nublado y miro hacia detrás y rebusco. Y la memoria, que es tan selectiva nos devuelve cosas: Moncho, en su facebook ha colgado aquella canción de Amaral que tanto escuchaba entonces, más joven, más humano, más inexperto... Hoy, sin embargo, ha habido momentos que no he sido cómo quiero ser, y por ello me he venido a recordar que en la vida siempre seremos lo que pretendimos, si es que algún día pretendimos algo... Sin embargo, a última hora de la jornada, primeras horas del frío jueves (cada vez más invierno), me reencuentro con mensajes en el face, con fotos, con recuerdos, con uno muy especial... Y me relajo, me pongo emotivo. Recuerdo, rememoro.
A veces la vida es mucho menos de lo que querríamos que nos ocurriera. A veces, otras, mucho más: hay momentos constantes, como una montaña rusa en las que van pasando las cosas y nos empeñamos en tirar hacia arriba cuando no toca o en frenarnos cuando la caída es libre. Sentimientos del alma, que se dan a la cabeza. Tengo un dolor constante, una presencia continua de principio de migraña, con derecho a clavarse junto a la nariz, donde casi se tocan los ojos... Dicho así suena hasta poético, pero creo que me he condenado a este sufrimiento leve, por autocastigo y satisfacción. Uno, no deja de ser un masoquista de lo simbólico, y se aprieta desesperanzado cuando todo debería de ser más fácil.
Hoy no tuve ganas de sumar las matrículas. Hoy me extrañé en mitad del grito y abrí una puerta hacia otro caminar. Hoy hubiera colgado el teléfono antes de que me repitieras lo mismo por tercera vez, pero me pudo la educación. Hoy hubiera sido feliz en un barco o en un avión, o en la cama, tapado hasta el cuello sintiendo un calor inmenso... Y aquí estoy, rondando las dos y media de la madrugada, después de una cena en Foster's con Carla, María, Elena, Laura y Leo; tras una visita fugaz a la puerta del Cyrano y mucha conversación, tras una pequeña decepción y una voluntad: mañana, comienza otro día... En esa actitud nos hallamos.
El camino no es fácil. No siempre. O casi nunca, pero tenemos camino. Tenemos espacios por explorar, sitios por reconquistar, conquistas por resistir,... Hoy estuve feliz y caótico: triste en un momento del día por melancólico y furioso por reconquistarme y no resistirme más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.
DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...
-
Los árboles de otoño tienen la hoja caduca, pero su raíz sigue anclada al suelo, a la tierra, donde erguidos se crecen con el paso del tiemp...
-
Nunca dejo de remar, porque es lo que siempre aconsejo a tanta gente que quiero... Pero es verdad que hay días que son lunes absoluto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario