miércoles, 17 de noviembre de 2010

QUE NO QUIERO


Lluvia. Cielo gris. Hoy el cielo llora, resacoso. Gris nublado, absoluto, cenizo, que lo inunda todo. Y mis dedos, fríos, sobre el teclado... Me cené un Kebap en Cyrano, junto a Luis. Vino el equipo de fútbol al café y, entre unas cosas y otras, se pasó la noche. Luis en su teclado montando un vídeo, excepto cuando le robaba el ordenador para pasearme por el facebook. Me desperté hoy, descansado. Extremadamente descansado. El teléfono en silencio y una mañana otoñal, a la espera de caldero. Hablé con Jose que me llamó ayer. Hoy hablo con Anita... Un mensaje de Hugo anoche. Uno de la Kone esta mañana... SIEMPRE. Y van pasando mis horas en una comparsa de amigos, entre sus abrazos lejanos, pero sentidos, y me siento tremendamente afortunado... Mis manos están cercanas a la congelación. Manos frías, corazón caliente...

Anoche inauguramos una exposición de la India, me trajo tus recuerdos y tus olores, las luces, las noches en la montaña, el sol en el río, la pena de Leh en la distancia, los pasados que a veces siento cercanos y a veces tan confundidos... Espero no olvidar. No quiero, desde luego... De las cosas que me están pasando en la vida, que me pasan tantas, las buenas y las malas, las quiero en mi maleta... Porque al final del viaje siempre ganan las bellas. Y gana el tener tantos amigos a tener las manos frías, y gana la noche estrellada en el Valle de Nubra a la asfixia de los lagos de los que olvidé su nombre, y gana recordarte a que se desdibuje tu rostro en mi memoria... Y vivo. Y siento. Y cae fina lluvia a ratos, y es el miércoles tan otoñal. Y yo me siento tan vivo. Tan agradecido a que seáis mis amigos y que estáis ahí (no que estéis, que estáis, que es lo que mola. Presente - y espero que futuro -).

Me suena el teléfono: es Vicente. No llueve, pero a mí me encantaría que lloviera ahora para dejarlo escrito. Porque me agacho al suelo y compruebo que no es una gota de lluvia, que no es temor... ¿Sé que quiero hacer con mi vida? ¿Hacia adónde dirigirla? Anoche hubiera sido destino a Leh, sin dudarlo... Le debo una llamada a Lázaro. Piru...

Bueno, os dejo. Me voy para casa de Ana y Jose. Vinieron, regresaron. Tengo ganas de verles. Os voy contando. Esta noche tele y luego, miraré al cielo... Por no olvidar nada. Para no olvidar, que no quiero...

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