lunes, 8 de noviembre de 2010

ESENCIA

Os dije que dejaría que pasaran unos días antes de escribir sobre la boda de estos dos amigos: han pasado nueve, casi. Entenderéis mejor lo que escribo si os buscáis la canción Pothograph de Jamie Cullum. Poned los altavoces. Dadle al play y cuando empiece, leer esta carta de amistad. ¿Preparados? Vamos...

Jose es un ser especial. Grande, en un cuerpo pequeño. Tiene la mirada inquieta, brillante. Es especial. Ana es una mujer bella, por dentro y por fuera: un amor de mujer. Hace unos días decidieron pasar por el altar, civil, donde el cura era yo... Cosas del amor, y de las amistades. Desde el primer momento, he vivido esta boda como algo especial. Surgieron silenciosos de la nada, y han alcanzado las cotas más altas de cariño. Las colinas más lejanas de amistad. Amistad. AMISTAD (Con mayúsculas).

Aparecen y desaparecen, entran y salen. Los amigos son como riberas de río en la vida que van marcando caminos distintos, de frecuencia impar, con caudales en continuo movimiento, que sin dejar de moverse le llevan a uno adelante, navegando de una manera sublime.

Ana y Jose son dos amigos que han aparecido de repente y porque el destino, que nos lleva la vida de ventaja, los ha puesto para recorrer juntos el camino: el camino sería más triste sin ti. Y sin vosotros... La suerte de uno llega de la mano de aquellos que la vida invita a participar de una misma fortuna. Y la mía, se llaman: AMIGOS. Y tú, que lees ahora, también estás...

Nos juntamos alrededor de ellos. Les vimos, nervioso a él, sin dejar de hablar. A ella, feliz. Tranquila. Espectacularmente guapa y tranquila. Bajo el manto de la humedad, Jose esperó a Ana junto al altar, que fue una biblia de amistad resuelta en pocas palabras. Yo les vi de frente y me costó mantener la emoción. A ellos les brillaba la mirada. José, mi ángel de la guarda en tantos momentos. Ana, el ángel que protege a José. Y los dos, allí, amor puro y en esencia. Porque estos dos son ante todo esencia... Y yo fui testigo. De ese amor, de esa esencia... Pero fui mucho más: uno más de las muchas personas que vivimos cada segundo como si fuera nuestra fiesta, que nos perdimos en la noche, que cantamos, que bailamos, que llegamos a ver esa esencia entre nosotros...

Eso son José y Ana. Esencia.

No hay comentarios:

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...