Memoria atrás. Remember. Buscando en las fotos del pasado y obligándome a revisar ayer, anoche, antes de ayer, aquellos tiempos pasados... Que dicen que fueron mejores. No lo creo: nos ayudaron a llegar aquí. Eso es lo realmente importante... Pero me sorprendo. Me sorprendo al comprobar gestos, detalles, caras, el paso del tiempo... Y me encuentro en esa revisión una foto de un día que me viene a la cabeza como por efecto del reloj, como magia, y me vuelvo a instalar en la terraza de este edificio en qué trabajo y en aquel momento, aquella mañana... La mañana del eclipse.
La recuerdo ahora, con el paso de los años y de las cosas, en el que se han movido tantos puertos, nos han dejado algunas personas, nos han salido caras y se nos ha ido la cara ajando perdiendo un relax que tenía entonces... Ángeles lo dijo ayer comiendo: nunca más volviste a tener esta cara de relajado... Y es cierto. Pero no todo han sido perdidas en este tiempo. Dejé de lado algunas comodidades pero he encontrado otras muchas cosas que me vienen mucho mejor, o que me vienen mejor en este momento de mi vida... Miro alrededor, pienso en vosotros, y me digo: soy un tipo jodidamente afortunado. ¡Vaya qué si lo soy!
Y entonces desaparecen las sombras del eclipse. Entonces, aquel momento único e irrepetible, histórico, que vivimos con el eclipse se llena de luz y lo desdibuja y desde esta orilla del río pienso: ¿qué fue de mí? Y fue lo que tuvo que ser y con quien fue... Y sigo revisando el pasado a golpe de fotos y veo a quien sigue, y a quien no está le miro con cierta ternura, y a quienes se fueron,... Y sale la luz. En un día apático y triste, solitario, gris... Me mecería la tarde revisando fotos, pero no puedo. Tengo demasiadas cosas que hacer. Ahora salgo a comer. Voy a abrigarme. El eclipse del pasado nos deja hoy un manto helado... Gélido. Como el mismo recuerdo...