sábado, 1 de agosto de 2009

EL SUEÑO DE IBIZA



El insomnio me remata, cigarro en mano, hasta las cinco de la madrugada pasadas. Calor absoluta y quietud en la noche. Son poco menos de las diez de la mañana cuando escribo esto. Apenas cuatro horas de descanso y mucho sueño (muchos sueños) por delante. Llega Ibiza, de nuevo. Una vez más y van muchas. No sé cuántas. Seguiré siempre, espero, en los paseos de mi isla blanca, de mi tierra generosa de noches húmedas y soles perdidos entre calas del mar azul. Y llega con fuerza y con ganas. Con la apetencia de dejar atrás lo que haya de quemarse. Como una renovación completa, como un comenzar de nuevo, como un peregrinaje sin mayor equipaje que uno mismo y los suyos.


Me voy con más ganas que nunca a disfrutar de lo mío y de los míos. Me voy en una noche confundida sin horas de sueño y un peso sobre los párpados que lo echa todo por tierra. Me voy con mi maleta nueva y mi saco de las experiencias. Con mi manos limpias y las ganas de volver a agarrar la arena fría de S'Aigües Blanques. Me voy a la orilla d'Es Canar, a relamerme en las risas que me acompañarán. A dejar disparos y disparidades. A olvidar cansancios del alma e insomnios de mí. A relajarme. A descansar. A coger fuerzas para volver una vez más cargado de la isla blanca. Me voy con mis amigos a disfrutar cómo sé que lo haré(mos).

Intentaré contaros desde allí cómo me va la vida. Cómo los pasos de la noche y los calores sofocantes del sol primero de la mañana. Os contaré los atardeceres por Sant Josep. Y nuestras risas. Y nuestras anécdotas, que siempre son mil (como ayer el Carrefour, con la cajera y los jóvenes del ascensor; o como mil miles que son otras de las que nos pasan). Me voy ya. A la ducha y al aeropuerto. Me llevo conmigo un poco de vosotros porque me seguiré acordando de todos y de todas. Pero Ibiza me espera... Y a una dama no se le hace esperar nunca, por desesperada que sea.

Mis ojos comienzan a batirse contra el cielo. El sol reluce frente a las paredes de la vieja vivienda. Comienza el sueño de Ibiza...

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