miércoles, 12 de agosto de 2009

CERRADO POR VACACIONES



[Y si sonara What now my love con Frank Sinatra y Aretha Franklin mientras escribo esto, ¿no sería fantástico?]



Ha sido un año intenso. Fantástico. De contrastes, de luces y sombras, soleado en general. Cuando llega el verano, mi cuerpo me empuja a vivir una especie de nochevieja donde se acumulan los buenos propósitos para el año nuevo. Septiembre es un curso nuevo, como en el cole, donde empezaremos nuevas experiencias que seguirán sumando. Antes de septiembre yo ya estaré por aquí de nuevo, escribiendo. Ahora, mientras suena la música, apuro los minutos para escribir que me voy a Sarrión, a volver a las raíces, con mis padres y mi hermana, Óscar y la pequeña Edurne, con la mayoría de los amigos que irán, con los que tengo en el pueblo de siempre,... Me voy a recorrer calles y montes, horas y noches...

Cierro por un tiempo (escaso, si apenas una semana, a lo sumo diez días) teniendo primero de todo que daros las gracias por seguir buscando estas hojas perdidas que el viento empujó. Hemos rebasado las 15.000 visitas (no me lo puedo creer) a una velocidad de vértigo y con la misma urgencia mía por escribir que vuestra por leer. Gracias. De verdad. Gracias (no imagináis lo que significa teneros aquí).

Y el resto... Vida. Han pasado muchas cosas. Como siempre. No hemos parado en este curso, que aprobamos con nota... En el trabajo, propuestas y proyectos. Algún momento malo, demasiado largo, con un final mejor de lo que cabía esperar. Y otros muy buenos. La vuelta a la tele, una satisfacción y una inyección de adrenalina con cada noche de directo. Los recuerdos de la India, los viajes a Ibiza, Cyrano, Madrid, los conciertos de Héroes, el de Serrat, Raphael, Amaral..., la vuelta al Colacao, las bodas de Prim y sus despedidas, la de mis queridos Martín y Aurora, los ensayos y el estreno, la lluvia de premios de la Sorpresentación, los amigos nuevos, mi familia, Edurne y Álvaro creciendo a marchas forzadas, la boda de Aure y Ricardo, la semana santa de regreso a Sarrión, Pamplona sanferminera, los amigos, Mabel y Ángeles siempre, Granada y el año ganado, el primer premio de actor, las fallas, la boda de Aida en la distancia, el reencuentro, los reencuentros, los Abrazos Rotos, vuestros 10.000, la lluvia, Acosta y sus cosas, Toñi y Sofi, siempre Hugo y Cristina, María y José, Manolo, Aurelia, todos... Aurora y Merche. Las satisfacciones y las penas. Raúl y Cris. El camino largo... Los chicos de las bravas del domingo por la noche, las ausencias, el insomnio y la angustia de mayo, volver a escribir sin Benedetti ni Paul, recuperar mi casa, los amigos de la tele, subir de nuevo, Nuria y Toni (a la espera) como Bea y Manolo, la felicidad compartida, espurneros y gineteros, comer con Carlos en el Rall, las hogueras de Alicante, comenzar la aventura con Luis y Jorge, el cielo de madrugada, Lázaro de la mano, los días sueltos de vacaciones y otras tantas cosas y personas: Manolito, Pons, Alberto, Virginia,... La vida, al fin y al cabo, que yo comparto aquí con vosotros.

Ha sido un curso frenético. Cargado de los mejores momentos que pudiera vivir y siempre gracias a vosotros. También con los menos buenos hemos aprendido a caminar, de la mano. Y siempre, sintiéndola bien fuerte, la vuestra, agarrada a la mía...

Cerramos por vacaciones pero volvemos pronto, tan pronto como la vida nos devuelva las ganas de sentarnos ante el ordenador y seguir completando renglones torcidos en estas hojas perdidas... Gracias a todas y a todos por formar parte de ellas, gracias por formar parte de mi vida. Os quiero.

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