miércoles, 3 de enero de 2018

REALIDAD Y OPTIMISMO


Lo escribí hace por lo menos tres años. Cuatro o cinco. Era Sri Lanka atardeciendo: "Tenemos miedos, temores, pánicos, desasosiegos... yo también los siento. Se agarran al estómago como arañas de patas enormes y te aprietan. Si me paro a pensar, son temores infundados casi siempre... pero ahí están. Inmóviles, casi imperceptibles. Hasta que un día vuelven a sacudirnos... Vivo aprendiendo cómo deshacerme de ellos... y mientras camino por la vida, con mis esperanzas y mis respiros, vivo. Si fuéramos capaces de apartar esos desánimos de nuestra cabeza, de nuestra alma, del corazón... tendríamos espacio y tiempo para latir con tantas cosas hermosas que nos rodean. Y esa es la maravilla de la vida. Esa, y poder compartirla... con la gente a la que queremos y nos quiere".

El tiempo no cambió nada. Sigo pensando y viviendo aquello. Y aún recuerdo más la arena que el sol, pero sobre todo el agua embistiendo con una fuerza infinita.

Paso uno dado.

Tomo café con Tiby con Ana. Con la Vera paso la mañana en el despacho ordenando cosas. Estamos todos en época de ordenar. Como dos hamburguesas y un whatsapp. Llego a la tele y hablo con mi jefa quien me informa de cambios en el programa a partir de febrero.  Me encuentro un festivo mañana con el que no contaba. Desconvoco a los colaboradores y vuelvo al ordenador. Al teclado. No pienso ni mucho ni poco. Arrastro dedos y sigo adelante. He quedado para tomar unos vinos después de grabar hoy. Sigo siendo aquél, como Raphael. Tengo que revisar gastos y evitar facturas. O al revés. Pero hay que hacerlo... Año nuevo, ahorro a saco. Qué menudo fin de fiesta tuvimos los últimos meses... menos mal que va a tocarme la lotería.

Paso dos.  Realidad y optimismo.

Me pongo frente al ordenador e intento decidir qué escribo. Porque sigo en el arranque de año sabiendo que es de cambios, pero sobre todas las cosas de cambiar yo. De decidir. Por eso, las cosas no me pillan a contrapaso, y aquellas que llegan así, se ponen en mitad del camino y se decide si atropellarlas, llevárselas por delante, recogerlas o esquivarlas. Pero nada más. 2018 es el año. Lo sé, lo saben y espero que lo sepáis.

Después del paso dos imagino que llegará el tres: pero éste está por decidir. Desde aquí buscar otras opciones para este año tres días menos nuevo desde que regresé a las hojas perdidas. Por cierto, estoy orgulloso de haber regresado... Espero que por muchos más días.

Pd: A veces se intuye quien está detrás de las cosas. Como cuando alguien con demasiada barriga se esconde tras un árbol. No hay que ser muy listo para ver qué pasa. Pero hay que ser muy tonto para hacer pagar consecuencias cuando quien las ha de pagar de nada tiene culpa... Quien busca, encuentra. Mira a ver por qué te pasó lo que te pasó... mira a ver por qué ya no tienes alrededor todo lo que tenías. Y sí, lo reconozco. Me encantan las indirectas a dardo limpio. No sé si será sano, pero mi horóscopo me dijo que empezara por ponerme antes de nada... Y en ello andamos. 

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