jueves, 11 de diciembre de 2014

LAS MANZANAS Y EL RÁCIMO


Cae más frío del despacho que en la calle. Mis ojos se mueven en diez mil direcciones, un poco inconscientemente. Y tengo la sensación de tener una resaca navideña antes de que llegue. Merche me manda un mensaje y me dice que es su cumple. Cuarenta años, que no son nada. Le digo que se espere y le felicitaré. ¡Qué ansias! Ahora escribo rápido, antes de salir a casa y de casa. Sin tiempo para mucho ni ganas de nada. Me duele la espalda. Anoche tuve tele y Foster's con Mabel, Diego, Kike, Laura, Lucía Ramón y Dolo. Mantengo el relajo que me traje del viaje de Madrid del que aún no os conté nada. Y mientras escucho un tema en youtube de Snow Patrol, rebusco entre las fotos de 2011 para traer una imagen a este blog.

No sé por qué elegí la fruta: las manzanas y las uvas. Quizá porque me traen más otoño del que hemos tenido este año. Quizá porque la estampa me recuerda lo que hace tiempo que no hice. O muy probablemente porque habrá en las manzanas y en el rácimo alguna simbología que pase inadvertida a mi jueves rutinario y simplemente, por algo tan banal como la belleza, la elegí.

No sé tampoco si entre las muchas hojas que hemos ido perdiendo alguna vez hablé de la belleza, que me conmueve y me solivianta a partes iguales. El otro día explicaron una manera de valorar la humana, que es llevando un dedo desde la barbilla a la nariz. Y se es guapo cuando se tocan los labios. ¿Ya lo has comprobado? Sigamos, tanto si te abunda la belleza como si te dejó de lado...

Lo dicho. Que un día debería de centrarme en hablar de la belleza. Bueno, creo que un día debería centrarme. Hoy lo he dedicado a problemas de los demás. Me sorpredió escuchar llorar a una amiga que nunca se rompe. Y a otra bordear el drama de sus necesidades varias. Tomé tres cortados, por el día que no tome ninguno. Y aún me cierran esta tarde la agenda, un entierro y una cena comarcal.

Tomé café con Pepa en el Panaria. Y luego regresé al despacho... Y ahora, ando entretenido mientras os hablo de otras cosas, de saber cuál es el sentido que tiene la belleza...

Igual, a lo mejor, solo por eso, por una cuestión ética elegí esta foto. O vete tú a saber. Me iré a hacer camino. Que ya es hora. Y a felicitar a Merche. Que también toca (como arreglar la casa). ¡Dios! Prefiero cuando me conmueve lo que observo y no me atropella la agenda ni el reloj...

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