viernes, 28 de diciembre de 2012

SE ME FUE VOLADO

Me arrastro por la madrugada 
con palabras que me trajo el viento 
y, ante la mirada mía, 
sangran los versos entre mis manos, 
ajadas de tanto frío... 
Sé que no nacieron las olas 
para este puerto... 
Y aún así, entre el hielo y las noches, 
se me descuelga el alma 
y yo navego...

Necesito escribir estos versos. Y los escribo. Me salen del alma o del corazón o de las ganas o del olvido. No sé de dónde surgen las palabras que nunca decimos en voz alta. Me desperté tarde, al mediodía, con la mirada puesta en mejorar la casa, que tengo toda la limpieza por hacer. Y me puse y dispuse. Primero perdí tiempo con el ordenador y luego me puse yo a ordenar. Calculé unas patatas asadas con ajoaceite improvisado y repasaba aquí y allá rincones de la casa. Me atreví, osé diría, a entrar en el cuarto de los trastos, que lo es, y a deshacerlo. Maldita la hora: no sé la de horas que he estado sacando cosas y sobre todo la de bolsas que he rellenado de pasado para tirar a la basura. Fin de año, la excusa es perfecta. Limpieza general de la casa y a entrar en 2013 con el espacio preparado. El más vital, el de uno: mi casa. Limpieza del hogar, con esa idea me acuesto ya. Me dicen que me paso la vida limpiando la casa, pero es que la ensucio a destajo y de verdad que nunca acabo de ponerme al día. He tenido pleno en el ayuntamiento. Punto y aparte. Cenamos en el Tanguito al salir, para celebrar el año viejo, Nuria, Pepa, Toni, Gloria y servidor. Y cuando llego a casa descubro "Cabaret Olé". Enciendo el ordenador y me reencuentro con un estado en el facebook. Con una foto de Inés, que comento, árboles morados, como cerezos en mitad de los campos. Con un mensaje, que comento. Y con la necesidad de escribir lo que escribo.

Me arrastro por la madrugada 
con palabras que me trajo el viento 
y, ante la mirada mía, 
sangran los versos entre mis manos, 
ajadas de tanto frío... 
Sé que no nacieron las olas 
para este puerto... 
Y aún así, entre el hielo y las noches, 
se me descuelga el alma 
y yo navego...

Empiezo a pensar cómo resumir el 2012. Me apetece, lo reconozco, tirar la vista atrás. Se me fue volado. Lo juro.

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