martes, 13 de mayo de 2008

¡MENUDO REGALO!



La foto es del día que nació Álvaro (No me preguntéis el día: sé que estaba nublado el tiempo, yo muy feliz, como José, María muy madre...). Me presenté en el Hospital, no suelo hacerlo, para conocer a mi primer sobrino chico. Fue impresionante verle la carita, estaba guapísimo, pequeño, frágil, dormido y en silencio... La habitación era un cúmulo de calor y luz tenúe. Fuera, en el pasillo, se oían de vez en cuando pasos, en otros momentos voces... Dentro, José descansaba sobre el sofá y María, sonriendo en silencio, no dejaba de mirarnos a Álvaro y a mí. En silencio, como digo. Luego me contó el parto, la felicidad. José rebuscaba entre los pañales y hablaba con su madre, Clara. Fue un día precioso.

Me fui del hospital al trabajo nuevamente: una sonrisa me invadía el rostro en todo momento, estaba feliz. José y María (qué nombres tan de parto navideño) son para mí mucho. Ellos lo saben y yo se lo digo o se lo hago saber. Escribiré más adelante sobre cada uno porque son un trozo muy muy muy grande en mi vida. Son los mejores amigos se suele decir, ¿no? Pues eso, mis mejores amigos, aunque en el caso de José, casi mi hermano, mi hermano kármico. Y María es la única persona que recuerde, con la que nunca he discutido... Cosas de la vida.

El nacimiento de Álvaro fue muy especial para mí. Cuando quieres a alguien, como yo a José y María, una noticia así la vives en primera persona.

El pasado viernes fui a cenar a su casa, para verles (a los tres). Álvaro estaba en mis brazos, se acercó con sus tres mesecitos a mi oreja, y con una voz sorprendentemente muy similar a la de su padre me dijo: "Tío, ¿Quieres ser mi padrino?"... Silencio.

Me habéis hecho el regalo más grande que nunca me hubieran hecho. No sólo por ser padrino de Álvaro -que ya es mucho-. El regalo más grande porque, teniendo tanta gente que os quiere, y a los que queréis, me dejáis a Álvaro con una carta de amor escrita por vosotros, porque me hacéis parte de vuestra familia, me abrís lo más grande que tenéis y tendremos nunca. Me dáis el cariño y el abrazo que tantas veces nos hacen falta para seguir respirando... Me dáis lo mejor que tenéis. Y eso es mucho. Todo.

Álvaro: seguramente tendré que aprenderme tu fecha de nacimiento. Creo que tus padres han querido que este botarate de padrino, aunque se equivoca en el día en que naciste, esté junto a ti toda la vida. Y junto a ellos. Y ese es el mayor regalo que podían hacerme, por encima de todo, por encima de mí mismo o de todo lo que ellos ya me habían dado... GRACIAS. Espero estar a la altura de las circunstancias y devolverte tanto amor como ellos me han regalado contigo... Tu padrino, que os quiere.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Con este post has conseguido emocionarme...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Vaya, enhorabuena a todos!!

Anónimo dijo...

Sabia q la vida, os trataria bien!
Besos a los papis, y al bebe... de la "adivina" ondense
mer

Anónimo dijo...

Que guapo que es nuestro sobrinito, eh??? No es para menos que estés tan ilusionado... La verdad es que ha sido todo un regalazo. Ahora te podremos gritar
"padri ronyos!!! padri ronyos!!!"
Besitos y a ver si nos vemos pronto.

Anónimo dijo...

ME ENCANTARÍA SABER QUIÉN ES LA MISLATERA QUE SE HA EMOCIONADO...

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