viernes, 1 de febrero de 2013

ENTRAMOS EN FEBRERO


El uno de febrero, desde que tengo conocimiento, es de mi Kone. Es su cumple, aunque yo me empeñara en cambiarle el día como he hecho siempre con Álvaro y su papá, José. Empeños personales contra los que ya poco puede hacerse.

Empezamos mes, miro atrás y enero ha sido un suelo firme sobre el que se van construyendo pilares que fortalecerán este año. No me he parado a repasar fielmente cada día o cada noche. Recordaría así por encima el principio de año, en el pasillo que olía a chimenea, buscando el móvil y leyendo, contestando, a mensajes. Recordaría Cyrano y sus cambios convulsos. Recordaría la falla, empapelando y lijando a destajo, intentando trazar el llibret de este año y cerrando proyectos para la radio que ya han llegado y que hoy ya os comento.

Desde el lunes próximo estaré en la 97,7 cada día, en los informativos haciendo algo nuevo y que ahora, hoy, empieza a sacudirme por dentro por ser algo nuevo. Vienen muchos proyectos, muchas ideas, y lo que no se va es esta gripe mocosa agarrada a la garganta. Y otras cosas. Anoche tuve pleno en el ayuntamiento y rematamos Antonio, Pepa, Nuria y yo cenando en McDonalds en una noche fría para mi cuello y caliente para mis recuerdos. Tiramos de remember y recordamos cosas que parecían ya enterradas. Pero que ya no duelen.

Comencé la tarde en el entierro de la madre de Lola, de ahí a grabar a la radio, comenzaba en el "Soroll i festa" de la 97.7 y corriendo a la Junta General de Nemasa y al pleno. La semana se me ha ido volando, como se me van casi todos los días. Ahora zenaré algo con un par de amigos en la sombra y a la noche en la falla, si no cambio de planes, que no creo. Cayó sobre mi agenda un vaso de cocacola que parecían dos litros y aún anda secándose, mientras yo sigo pensando cómo reorganizar mi futuro más cercano que huele a actividades múltiples.

Ayer me dijeron que hay algunas personas que me tienen celos: yo no sé lo que son los celos, lo dije. Tengo mil defectos, pero el de los celos, el de los celos enfermizos, tiene que ser uno de los más duros de sufrir y de resistir. Como de quien me hablaron, no tengo mayor apego, yo sigo por mi caminito de San Fernando, y voy ratitos a pie y otros voy andando...

El caso es que sin darnos cuenta se nos ha caído el primer mes y entramos en el más corto. Tendremos que hacérnoslo mirar. Desde luego. Yo, por si acaso, entro como acostumbro y más me gusta, celebrándolo en la distancia con mi Raquelita del mundo, que cumple añicos hoy. Mirar al lado y saber que sigue es fantástico, porque en resumen, significa que vamos haciendo la vida juntos. Yo que no olvido sus pecas y ella que no olvida que no voy a verla. Yo que le prometo que iré cuando mi vida sea más tranquila y ella tranquila porque sabe que yo en la vida siempre cumplo las promesas. Y así, uno y otra, echándonos a raticos de menos, nos escribimos de vez en cuando y nos decimos las ganas que tenemos de vernos. Nuki del alma, de mi corazón. Besos y muchas felicidades.

Me voy a la ducha o llegaré tarde a la comida, y tengo la puntualidad en horas altas... No habrá que fallar, digo yo. Feliz viernes. Se os quiere.


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