domingo, 3 de febrero de 2013

TRES DE FEBRERO

Digo tres, pero podrían ser treinta y tres. Cansado sería algo. Se acaba el domingo y el lunes se me hace cuesta arriba porque lo tengo ya, casi todo atadísimo a mil cosas por hacer. El viernes estuve en el homenaje a Gori que le dio la falla de Salvador Giner, acompañando a Félix Crespo, con quien cruzamos alguna conversación el viernes. Hablé también con Miguel Ángel Pérez, presente por cuestiones polvoriles en el festín y con Tatín que andaba en aquello por, obviamente, lo mismo. Crucé la calle Mayor, buscando un cajero donde las comisiones no fueran el atraco al que nos hemos acostumbrado y con un taxi me planté en la calle Cádiz. Vinito blanco, urgente, con Manolo y demás de la falla en el Camerino. Y a las diez menos veinte me recogió un taxi que me llevó a Radio 9. Tuvimos una tertulia joven, con actualidad, que comentamos con urgencia. Salimos de allí, hablamos algo en la calle y nos regresamos a Russafa en el coche de Ali. Mabel y yo pasamos por la falla y nos fuimos a tapear a La Estrella.  Nos dimos un festín y regresamos a la falla. Tertulia de políticas y sobres, manifas y primaveras antes de irnos a Cyrano. Mano a mano: Pere, Mabel y servidor. La noche se alargó con Gueguel y Luis en el Ochenta y Pop. Y con Raquel y Pablete que, llegando la mañana, me llevaron a casa.

Me acosté y me desperté. Me organicé el día intentando hacer algo de provecho. Comimos en casa de mi hermana, con mis padres y Edurne, a quien intenté explicarle algo de llengua, porque mi pequeño tesoro tiene sus exámenes el lunes por la mañana, mañana mismo, vamos. Y me fui a casa a hacerme una siesta para resarcirme de la falta de sueño que arrastraba.

Me levanté, me fui a Clero a grabar mi primer repor para la 97.7, mis "Trons d'avís" para darle colorín fallero a los informativos de la radio y acudimos al casal de San Valero donde las Falleras Mayores se curraron, y lo digo de nuevo: se curraron, una fiesta por todo lo alto para exaltar a los presidentes ruzafeños.


La noche fue una fiesta en toda regla, con muchos amigos que vinieron a compartir. Me gusta. Nos fuimos en nada al Cyrano con Javisanz e Ignaciogarcíavalero. Me encontré con Patri Borrego, que hacía mil no nos veíamos y en poco tiempo dos veces, suele pasar, y regresamos al casal hasta que se cerró la fiesta en mitad de una canción de Nino Bravo. Nos fuimos a Cyrano definitivamente, pero el cansancio bajonero ya lo había dado todo de sí. Y, entre fríos, nos dimos unas risas. Con Javi buscando a Guillermo, y Guillermo yéndose a dormir.

Me acosté más pronto que otras noches, porque hoy seguíamos, como toca, aún siendo domingo. Y al despertar, la sorpresa. Un mensaje en el whatsapp: bienvenida Vega. Aure me presenta a mi más reciente sobrina. Nació ayer. Y además me sorprendo pensando que ayer imaginé que igual no llegábamos a este lunes que le marcaron los médicos, porque no me contestó a un mensaje. Y acerté, vaya que sí acerté. Ahora me escribe Aurelia. Ayer le puso el pijama que le trajeron en mi casa. Qué bonito... Cosas bonitas. Y pienso que llegó Vega y con ella un nuevo "personaje" a nuestras historias, que la pequeña personita con quien mañana me encontraré, viene para acompañarnos y reír con nuestras risas y llorar con nuestras penas. Y que, de verdad absoluta, es una alegría que nos viene tan bien.



















Con las prisas de llegar salté a la calle. Cogí un taxi, llegue a la falla y me cambié. Me vestí de torrentí y a casa de los abuelos de Yajaira, y con su madre en coche, al Palau de l'Exposició al intercambio de fotos. Quedan 40 días para fallas. Se nota. Se siente. Se presiente, que es lo peor. Acabamos y me cambio de nuevo en el casal. Me voy a comer arroz del senyoret con Javi, Noe, Guillermo, Rosa, Cris, Noemí y Marta en el casal de Clero y regreso enseguida a la falla para darle a los pinceles y ponernos con la falla.

























He acabado en la falla cerca de las ocho de la tarde y me he venido con mi autobús a casa. He comprado el periódico que no he leído, las papas que no he comido, no he podido descargar la grabación para prepararme el primer embolado de mañana en la radio y he dejado que se me acabe el domingo sin darme casi cuenta de que mi dolor de garganta, continúa.


























Voy a tomarme un ibuprofeno y a dormir. Mañana tengo mucho que hacer. Muchísimo. Y llega un momento que ya no sé ni cómo organizarme. Pardiez, y eso que sólo estamos en febrero... En tres de febrero, por lo que dicen. El día en que conocimos a Vega.

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