Estoy en la ducha y pienso en el blog. Y me obligo a escribir lo que me brote del alma en el tiempo que dura una canción... Recuerdo a Aurora (mucha alegría niña, de ahora en adelante) diciendo que le gusta cuando lo que escribo sale de dentro y es lo que pretendo. Entre mis gripes de fiebres constantes y mis escapadas ahora a Russafa a cenar entre amigos... Pienso, bajo el agua caliente, que me relaja, que os debo estas líneas y pienso: escribe para volar. Y vuelo.
Vuelo con mis palabras
para decirte que me alegra que estés a mi vera,
por amistad siempre, tú que siempre estás. Y en ese tú
se incluyen todas las personas que siguen confiando en mí,
que me siguen haciendo mayor,
mejor cada día,
que no me abandonan y que yo no abandonaría... Personas a las que os regalo mis palabras
y os debo los abrazos y los recuerdos del pasado.
Vuelo cuando pienso que podría enamorar al aire
con el batir de mi corazón, que podría mi fuerza ser la fuerza de todo
y que alguien podría en el camino toparse con esa brisa huracanada
que quise ser y venir a la vera a seguir caminando con todas las personas
que ya me acompañáis...
Vuelo, cuando pienso en la cantidad de gente que tengo para querer
y por la que me siento querido. Y apunto rápido que muchas veces cuando crees
que no están, el viento hace que el olvido encienda su chispa y se incendie,
se impregne de verdad, y de repente, como en un sueño, aparecen las manos y los abrazos,
las sonrisas y los quereres, las complicidades...
Vuelo cada vez que pienso lo afortunado que soy. Y me lamento de cuando no lo veo...
Y acaba la canción. Con lo que, por hoy, ya no puedo escribir más. Me voy a cenar con Jose, Moncho, Carlos, Marta y Jesús. Me voy a cambiar ya rápido, antes de que vuelva a enfríar, en este constipado que no he abandonado. Las fiebres me llevan loco, de arriba a abajo, de aquí a allá. He aprendido de mí algo en los últimos días... Y me siento orgulloso, muy orgulloso de ello. A ver si soy capaz de seguir caminando en el camino con la misma entereza y la misma paz...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.
DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...
-
Los árboles de otoño tienen la hoja caduca, pero su raíz sigue anclada al suelo, a la tierra, donde erguidos se crecen con el paso del tiemp...
-
Nunca dejo de remar, porque es lo que siempre aconsejo a tanta gente que quiero... Pero es verdad que hay días que son lunes absoluto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario