Creo que la primera película que vi de Almodóvar, siendo preadolescente, fue "La ley del deseo". Recuerdo algunas escenas como si fuera ayer cuando la vi, quizá por el regreso de Antonio Banderas tantos años después. Me gustó. Vi luego "Mujeres", "Átame", "La mala educación", "Todo sobre mi madre"... Todas y cada una, sin saber el orden. Y la gran mayoría en el cine. Me confieso devoto incondicional del manchego. Me encantan su estética, su capacidad de contar historias increíbles, los giros de sus tramas, sus personajes,... Sobre todo sus personajes.
Almodóvar moldea de una manera enferma y diabólica a los actores y los deconstruye para, a su antojo, crear historias de amor y desamor, de locura, de melancolía arrastrada,... Ayer, después de un japo, Angelita y servidor nos fuímos a los Lys. Antes, paseando la plaza del Ayuntamiento, se lo dije: "Tengo muchas ganas de ver la película". Cuando salí del cine si apenas podía hablar, intentando recordar los planos, las frases, los detalles. Me encantó Jan Cornet. Me entusiasmó Antonio Banderas, rígido hasta la saciedad. La elegancia absoluta de Marisa Paredes, creíble por encima de todas las cosas. Y me enamoré de Elena Anaya. Nadie ha sido filmada en primeros planos con la belleza de esta actriz... (Yo creo que volveremos a verla en alguna nueva película de Almodóvar).
Sin ánimo de destripar la película nadie, sólo diré que me impactó. Y eso es mucho. Me sorprendí con el estómago retorcido mientras mi compañero de butaca se hacía hacia adelante, inquieto, porque necesitaba comprender lo que sucede en la pantalla. En la gran pantalla. Almodóvar la hace mayor todavía, se aparta de "Volver" y "Los abrazos rotos", dramas patrios, para dar un paso más allá... Un paso que no dejará indiferente a nadie.
No cuento más para no fastidiarle a nadie nada. Sólo te recomiendo que vayas. Merece la pena (en mi caso, como siempre).
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