miércoles, 24 de septiembre de 2008

HE SUBIDO CONTIGO...



Me subí por primera vez a un tejado contigo, superando mi vértigo... Era de noche, regresaba de un viaje familiar y me llamaste para ver Valencia desde el cielo mismo. Te avisé: "Tengo miedo a las alturas...". Pero subimos... Y vi Valencia desde el cielo, sin perder el miedo a las alturas, pero disfrutando de las nubes, de Santa Catalina, de la noche... Hasta perder el miedo...

Subí contigo al Himalaya, con mi miedo a las alturas. Subí contigo al desierto del Nubra, con mi miedo infantil y mi vértigo. Subí a Delhi y bajé a las profundidades de Jaipur, y de Agra...

Sea como fuere, tengo la sensación de que contigo he ido subiendo, escalando, ganando,... En silencios y ausencias, también en las charlas, en las confidencias, en los saludos desde lejos, en las palabras, en las risas y en las sonrisas,... A veces he tenido la sensación de que querías huir, otras de que venías en mi búsqueda. A veces he sentido que me hubieras cortado en dos y, otras, pegado, a conciencia, con celo y cuidado... Supongo que en todo eso se basa la Amistad.





Querido Laza, hoy cumples vida, que digo yo. Hoy pasas por el triturador del calendario para sumar uno (que en tu caso son muchos, cumplidos a golpe de experiencia y vitalidad),... Me gustaría seguir contando y contándolos contigo, con esa fuerza que da la Amistad con mayúsculas, más allá del respeto y de la admiración que te tengo...

Me gustaría seguir subiendo contigo. A la azotea. A la azotea del mundo. Para perder mis miedos y el más pueril de todos: pensar que de a veces, me partirías en dos... Me gustaría seguir niponeando contigo, enviándonos las canciones que nos recuerdan al desierto, recordando tantos momentos y buscando otros nuevos,...

Recuerdo perfectamente cómo apareciste en mi vida, o yo en la tuya: lo siento, el azar existe. Y si después de tantas vueltas por el mundo, hemos acabado encontrándonos, será por algo... Aunque sólo sea por Amistad, con mayúsculas...

Gracias por subirme a la azotea, por embarcarme a la India, por dejarme pasear en tu vida, por tu vida, por tus platos de pasta con mascarpone, por tus canciones, por las fotos que a veces me llegan, por las que a veces no me envías, por esas comidas furtivas de dos horas y media, por no amedrentarte, por ser como eres y aceptarme como yo soy,... Gracias por ser mi "lazarillo" en muchos momentos de mi vida. Feliz día, y que cumplas más. Muchos más. (Y yo que los vea, caminando a tu vera.).

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