viernes, 26 de junio de 2015

LA HORA DE MAMÁ



Cada vez que mamá ve las 12:34 en un reloj exclama: "mira qué hora es". Cada vez que yo la veo, digo en voz alta o pienso, "mira, la hora de mi madre". La época que estuve trabajando en la radio, cuando comenzábamos "Valencia Abierta" se cruzaba la hora, por delante de Pilar Moreno, productora sin par, y de servidor (que sigue sin impar). Hoy,al mirar el reloj, volví a verla. Y volví a pensar en mi madre. Esta mañana me llamó, con su voz de madre que envejece. Lo noto y presiento a través del teléfono y por la noche me arrepiento de las horas que nos quitamos con la misma intensidad que se sienten los padres cuando los tengo al lado. Pero indudablemente se hacen mayores. Mamá con una extraña fortaleza de roble que le hace dirimir que es lo mejor y lo peor. Capaz de relativizar las noticias que romperían familias, intentando como una loba, mantener a cobijo a los pequeños cachorros. Mamá siempre ha sido más jerárquica y gitana. Papá más entregado al mundo. Por eso, esta mañana, cuando mamá llamó para darme la enhorabuena y preguntarme qué era aquello de ser diputado suplente yo supe que a ella lo que le quemaba la lengua era otra cuestión. Papá callaría. Mamá no. Hizo la introducción pertinente y acto seguido cambio de tercio, diestra en el capote que tantas veces he presentido ondear. Y le dije lo que ella quería escuchar y lo que yo entendí que debo decirle: "que sí, que ya lo sabía", "que lo importante es ella" y esas cosas que hacen familia y que nos han traído hasta aquí... Y bendita familia, oiga. Porque del poco patrimonio que presumo es de amigos y familia. Y la mía, mejor o peor, está de un avenida que echa de espaldas. Me acosté pensando en escribir esta mañana a mi hermana. Las resacas siempre son duras. Y no hablo de alcohol... casi nunca que hablo de resacas, ahora que lo pienso. Y en esa resaca mi hermana me dijo que bien. Y como yo ya había hablado con una y con otra, me sentí mejor. El tiempo hace el resto. Por lo pronto, hasta mañana, ya no volveré a tener la hora de mi madre. Las 12.34.

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