lunes, 14 de abril de 2014

DE CORAZÓN


Mi corazón a cuestas, late a veces más rápidas que otra, y en otras se dispara y me ahoga, cogido al cuello, asido al pecho. Con mi sensación de quiebra y de vuelo. Con todo junto. Volando al cielo.

Es lunes. El fin de semana ha sido de aquellos de no parar. El viernes noche tuvimos noche de falla, la comenzamos Manolo y yo en el Camerino y en la Virada, con un vino blanco y unas bravas. Y unos planes de futuro. Que son los que más me gustan. Cenamos en la falla, seguimos con planes y estrenando la barra con sus casaleros. Hicimos la noche casi entera, porque de ahí nos fuimos al Cyrano. Estuve con Miguel Tarín buen rato hablando. Y con Manolín hicimos camino de la Posada, pero al entrar decidí que suficiente. Me invadió el sueño. Taxi y a casa.

El sábado las nubes revolotearon contundentes. Me desperté antes de lo que quería con la sensación de llegar tarde. Y me encontré de bruces con la ansiedad de mis horas y una agenda repleta de cosas: almuerzo en la sede, conferencia de seguridad, presentación de asociación, comida en la avenida de la Paz, festival castellanomanchego... Y una noche de sábado pegado a la silla y al ordenador.

El domingo me desperté más tarde de lo que pensaba y me fui a la falla porque teníamos apuntá. Apuntamos a los nuevos y seguimos pensando en los futuros (que vienen del presente). Fueron pasando por allí cosas y las fui viviendo con cierta distancia. Apareció por sorpresa Alejandro que iba a comer al Mossen Sushi. El calor contaminó el taller con sus tres paellas en coción. Comimos en la falla, con Laura y Alberto, Kike,,, Echamos unas risas. Unas más. Y el resto de la tarde lo pasamos al sol proyectando fallas después de haber llamado a las Falleras Mayores del año que viene, que ya vienen. Amparo y Lucía. Fue una tarde divertida, con un latido diferentes que se dispararon un rato. Me alegra mucho que Amparo sea la Fallera Mayor: calculo cómo puede ser este año y dejaremos que vaya pasando, para disfrutarlo mejor. Pero me alegra mucho, de corazón.

Nos fuimos al cine a ver "El gran hotel Budapest" con Manolín y Kike: nos pusieron la película tres veces, y en esa fue la vencida. Me fui para casa y me encontré en la calle Ruzafa con Félix, Rafa e Isabel. Seguimos el camino y cogí un taxi en Gran Vía que me llevó a dormir. Fin del fin de semana.

Pd: hoy he decidido que mi corazón siga a ritmo, batiendo horas. También he decidido dejar de mirar con el corazón algunas nubes que vuelan con forma de deseo por delante de mis ojos... Que mire algo la razón, que siempre late más conmigo.

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