jueves, 22 de enero de 2009

FLASHBACK



18:12 Pm, jueves 22 de enero. He vuelto a sonreír. A cantar. A disfrutar. Soy feliz...


72 horas antes
Bajo del avión en Manises. La experiencia ha sido grata. Impresionante. Sorprendente. Bonita. Recién llego de Londres, la ciudad a la que siempre volveré, con mis padres (con los que también volvería). Atravieso la aduana, recogemos la maleta y llego a casa en metro. 1,90 me cuesta el billete. Tengo ganas de descansar, pero no me apetece tumbarme. Hay demasiados trastos en casa, debería de hacer algo... Me ducho y me voy a trabajar. Ceno en casa. Veo CSI: me encanta. Me voy a dormir. A las cinco de la mañana oigo la tele de los vecinos, deberían bajar el volumen. Vuelvo a dormirme.

El martes llego a una reunión a primera hora. Entro en el despacho, en el que no sé si es o deja de ser. En el espacio por el que transito. La mesa limpia. Tengo la casa fatal. Debería hacer algo. O irme a vivir al despacho. Cumple de Caritina, tomamos Coca cola light. Como con Luis y Ángeles en Il Baco. Me encanta este sitio. El barrio. La paz. La tranquilidad. El frío de invierno aprieta con mayor fuerza en la ciudad.

Me voy a la tele. Tomo chocolate con doble de azúcar mientras preparo trabajo. Estoy contento con este curro. Muy contento. A las nueve de la noche me voy a casa. No tengo ganas de salir (¡Qué raro!). En casa me doy cuenta de que debería de hacer algo, pero no puedo. Veo Aída. Me voy a dormir antes. Ernesto manda un mensaje a las dos de la mañana: me desvelo. Me duermo.

El miércoles paso por el despacho. Sigue limpio como las patenas, como los chorros del oro. Hablo con Iván. Y con Marian. Solucionamos algunas cosas. Arreglo otras pendientes. Me voy a la tele. Grabamos, preparo, emitimos. Estoy muy satisfecho del resultado. De verdad. Salgo disparado a un sarao en el que han invitado, ceno y me voy. Con Alba, Amparo (dos descubrimientos), Ángeles y sus chicos (algunos de ellos). Caritina y el bombero catalán. Tengo un pelo en la nariz. Intentamos solucionarlo camino del Tránsito por el que a veces me pierdo. Bailamos, reímos. Reímos otra vez. Atravesamos la raya blanca que divide la noche en dos. El submundo. Seguimos riendo. Taxi y a casa. Cae la lluvia en la madrugá. El frío aprieta. Los duendes han convertido mi casa en un palacete. Brilla todo. Me duermo.

Llamada. Mensaje de móvil. Llamada. Ducha. Actividad. Almuerzo, paso por el despacho. Aparece un teléfono en mi chaqueta que no me pertenece. Lo devuelvo a su dueña. La noche se me cae por la espalda contra los pies. Me duele el derecho (y el revés). Debe de ser de mis esguinces y el cambio de tiempo. Como con Ángeles, Maite y Emery en l'Albereda. Comiendo lo comento: "Sabéis, después de casi dos años, esta semana me vuelvo a sentir yo, como era. Me siento bien. Soy Jaime". Sonríen. Me traen en coche a mi palacio. Nublado el cielo, frío de invierno. Los mensajes de Raquel y Aurora me recuerdan que no tengo tiempo para escribir, ni casi para nada. Debería de hacer algo, pero ¿de qué escribo?

Ya sé lo que voy a escribir: 18:12 Pm, jueves 22 de enero. He vuelto a sonreír. A cantar. A disfrutar. Soy feliz...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

M'ESTRESAUUUUU

Anónimo dijo...

Bueno me algegro mucho, ya me contarás que te ha producido ese cambio tan repentino, un beso. R.

Jose dijo...

Esa foto me suena...

Anónimo dijo...

ESTO QUERIA YO!!!!
GRACIAS POR VENIR......
NUKI MUACKAS

Anónimo dijo...

Vaya tela Jai!! Que estrés!!! Cuando quieras relajarte te vienes a casa, te sientas en el sillón relax y con la thermomix, te hago lo que pidas, jejejeje...No sabes lo que sale de esa máquina!! Ahora comemos de lo más bien, jejejej... Así que te espero....
Besitos.
Aure

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