Vuelvo con la misma canción de las últimas veces, Como hablar, versión de India. Preciosa.Y con el mismo frío en las manos... Entre las veces que me mataría y las que me querría comer, pasan mis días con la mirada puesta en un trabajo incesante que duele tanto como hace flotar, que envuelve y engancha... Sabéis como soy de adicto a los planes y a los proyectos. Y a todas estas cosas. El otro día caminando entre la cama y la cómoda de la habitación pensaba en si llegan los días finales de este blog, pero aunque escribo tan poquito como nunca me resisto a hacerlo. No quiero. Es como quitarme parte del aire con el que respiro... Mi vida, mis días...
Van pasando con cien mil cosas, que como os cuento marca la agenda de la política. A excepción de días como hoy, que comenzamos los ensayos de la presentación y me centro en otras cosas. Al despertar, que me quedo tumbado sobre la cama, esperando a diseccionar qué haré durante el día. Y me entretengo descubriendo la diferencia de fríos entre mi mano a la intemperie y mi cuerpo cubierto por el edredón.
Estamos de martes tarde. Víspera de programa en la tele. Así cuento las semanas, con sus días que se agotan unas noches echándome unas risas por whassap y otras regresando de madrugada en taxi, cargado de rocíos y alegrías. Y de desconciertos a veces. Y soledades, cubiertas de estrellitas tintineantes...
El viernes tuve sarao fallero. Marco ya marzo en el calendario, y noto en mitad de los fríos, como se acercan los fuegos. Cambio de chip, después de un postre megacargado de azúcares, en el Tommy Mel's. Y sigo caminando... Que es lo que se lleva. Cena de sector, el viernes noche, con Yajaira y Laura. Luego algo de fiesta con Noe y Javi, Cris, Beto, Guille,... El sector. Y un taxi nocturno, con Laura, a Cyrano, donde nos recibió Mazcu en su primera puerta. Una copa y a casa. En taxi, rondando la noche...
A veces se pasan los días y tengo la sensación de que se unen unos a otros. No paro nada. Y ni dejo a los amigos que me den las buenas noticias que vienen en blanco y negro, como las hojas de los periódicos y las ecografías. Enhorabuena. Me llegó tu mensaje mientras veía una obra de teatro en el Centro Cultural... Ay la vida, como nos crece.
Esta foto es del sábado noche. Me encanta. La he convertido en mi foto de perfil en el face. Laura, Diego y servidor, los tres con una sonrisa que demuestra la felicidad cuando se lleva bien, la amistad cuando solo seduce al corazón, la bondad, el cariño, el compromiso... Nos la hicimos en Exposición, el sábado noche. Era el nombramiento de Víctor, el sobrino de Palacios, y allí nos fuimos después de un concierto del CIM y de cenar en casa de Edu y Kike. Anfitriones de diez, por cierto. Con el frío a cuestas llegamos a Exposición. Aparcamos y echamos la noche, volcados de risas. Con Marisa y sus niñas, y el resto de los que se quedaron a apagar el sábado con nosotros...
El domingo seguí con actos por la mañana, de fallerío nuevamente, me encanta, una comida con los músicos que celebraban Santa Cecilia, me encanta también... Y un ensayo. Lectura de guión de la presentación que estamos ya preparando para este año... De locura. Y aún cenamos en Telepizza después de pasearnos la ciudad entera Moni y Miguel Ángel, Manolín y Adrián, Lorena, Lidya y Tere, además de Borjita y servidor. Una noche completa, para volver a las luces verdes, a las tertulias de colchón y edredón, y a las noches, de estrellas tintineantes...
martes, 26 de noviembre de 2013
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