domingo, 20 de septiembre de 2015
ARENA PARA CAMINAR
Me he perdido cien mil veces en los pequeños detalles y calculo que, casi siempre, porque me han importado mucho más los demás que yo mismo. No pienso cambiarlo. No pienso tirar de egoísmo y sacrificar lo poco o mucho de bueno que pueda haber en mí para convertirme en un saco de resignación, grasa y huesos que haya olvidado los pasos que dio... Renunciamos a veces a ser lo que somos, cómo somos, cómo sentimos, tan solo porque los demás reaccionan de una u otra manera y se reduce en nosotros todo a un "es que me sabe mal". Pero no hay que olvidar que son ellos los que anteponen su "yo" a nuestro "nosotros": las relaciones humanas serían mucho más sencillas si no nos empeñáramos en complicarlas. Tan fácil como eso. ¿A qué parece obvio? ¡Pues ponlo en marcha! Hay personas -con intereses o sin ellos- que se mueven tan solo en su egoísmo: no tienen empatía, son incapaces de pensar en qué reacciones provocarán sus acciones. Y lo que es peor: les da igual. Así que, mientras a unos "nos sabe mal" a otros "les da lo mismo"... Y cuando esos dos trenes chocan, salta todo por los aires.
La verdad: creo que lo importante es decidir cada uno cómo quiere hacer su vida, su camino. Y andarlo. Mirar al frente, respirar fuerte y cargarse de una sonrisa que rebote felicidad como un boomerang. Dar un paso. Conquistar la sonrisa y dar otro más. Y otro, con otro. Al final, si solo caminamos con eso, todo lo demás se quedará en el pasado.
Imagina el paseo a la orilla del mar. Imagina como con nuestros pasos se van quedando aquellos personajes negativos y nefastos que solo saben pensar en ellos mismos y que lo que nos pase, preocupe, duela, amargue, haga sufrir o arañe, simplemente, les dé igual. Y ahora, imagina como llega una ola de mar. ¿Qué ocurre con nuestros pasos pasados cuando la ola llega? Que se disuelven y desaparecen... Pero los pasos que llevamos bajo los pies siguen fuertes y firmes. Pues el camino debe de ser igual. Dejando atrás a quienes nos frenan en el camino, porque lo que piensen "nos sabe mal" y viendo como se disuelven con sus "me da igual". Al frente, y paso a paso. Caminando. Que quien quiera venir a nuestro lado, tendrá arena para caminar...
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