... Y aunque el olvido
que todo destruye
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida
una esperanza humilde
que es toda la fortuna
de mi corazón...
Estamos de puesta en marcha, de casilla de salida, de inicio, de regreso, de vuelta de verano,... de lo que queráis. Pero estamos. Aquí yo, con mi yo, batallando en contra suya. Decidiendo casi a cada paso que doy que debo imprimir la huella de un caballo de Haníbal para que no hayan hierbas que crezcan. Malas hierbas.
Si he vuelto al tango de Gardel es porque necesitaba saber con qué canción comenzar el día y ha sido ésta. No deja de ser una metáfora, las cosas son así.
Estuve ayer y antes de ayer en el chalet de Laura. La niña, su primo (Pablo) y Alberto Llorens (cada vez más grande e igual de alto siempre). Llegué tras hora y media de metros, que fue la mejor forma, y la más subterránea, de regresar a los infiernos y huir al cielo. Llegué y me recogieron Lau y Alberto. Cenamos y echamos la noche en unos sofás. Me preguntaron por mis vacaciones y pensé: "¡Qué difícil son resumirlas!". Nos fuimos a dormir envueltos en calor.
Me desperté tarde. Había estado muchos días durmiendo nada y lo pagué contra el colchón. Nos levantamos y fuimos a comprar. Alberto se puso con la paella y yo con la piscina. Llegaron Boro, Elena y Paco. Preparamos unas bravas y unas clóchinas. Una sobremesa y una tarde al Tabú con hielo. Cenamos cuando regresó Elena: patatas rellenas y carne al vino. Y la noche se nos fue antes. A eso de las dos.
Me desperté y me bajé a la piscina. El sol quemaba. Como siempre, pero puede que hoy más. Echamos la mañana tonta y distraídamente hasta que nos volvimos a la realidad. En casa eché las horas hasta que salí al concierto de bandas. Recuperé las horas de whatsapp y me dí un periplo por las vidas de otros, que tenía abandonados por vacaciones...
Escribí en el facebook que encontré mi foto de perfil. Ésta. "Necesitaba
una foto de perfil que hable de mí tal y cómo me siento ahora: feliz,
tranquilo, sereno, espectante... En paz. Con ganas de que me lleguen
mensajes por sorpresa, de que se alarguen noches que no esperabas, de
mantener la sonrisa sin esfuerzos, de seguir caminando sintiendo el
viento en contra soplar con fuerza... Me siento bien. en calma. Y con
ganas... es como si estuviera en mi casilla de salida... — me siento tranquilo.". Y creo que es así...
Con lo que haya, seguiremos. Voy a ver si compro, prensa y comida. Noventa quilos. ¿Bajamos?
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