Hace unos meses lamenté mil y un insultos tras la muerte de Rita Barberá... Hoy leo algunos de los que soporta Miguel Bosé tras la perdida de su sobrina. Y mi sensación es la misma. Nada justifica esos ataques, esas rabias, esa ignorancia extrema que les lleva al insulto... Lo siento. El respeto y la tolerancia no saben de credos, de ideologías, ni de afiliciaciones, ni de tendencias, ni de creencias, ni de opciones,... El respeto y la tolerancia solo saben de personas. Y hay personas que lo tenemos y lo guardamos como hay otros que están demasiado corrompidos como para entender esto que escribo... Corrompidos moral, ética, humanamente... Que no merecen ni siquiera este tiempo que les estoy dedicando. Es lamentable. Penoso. Pero existen... hacen ruido. Ladran como un lobo hambriento cuando huele a sangre (y que me perdonen los lobos). Pero yo me niego a dejar de ser humano, a dejar de sentir todo lo que quiera y a tener que callarme cuando mis palabras no tienen su sucio aliento. Respeto, señores. Solo es eso... una palabra que dice mucho. Todo. Si tuviéramos un poco más, nos faltaría alma y nos sobraría bilis...
martes, 24 de enero de 2017
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