jueves, 27 de agosto de 2015

AHORA QUE ME HAGO MAYOR...

Yo no sé dormirme antes de las doce, ni adivinar lo que no me cuentan.
No voy a fiestas donde no me invitan, aunque a veces sigo metiéndome en lo que no me llaman.
Sigo despertando alguna mañana diciendo que no quiero ir al cole...

Y grito en silencio, para no molestar a nadie.

Me siguen ocupando las personas a las que preocupo.

Cada vez me siento menos aludido por nada
y tiendo a estar más feliz que siempre.

Me hago mayor: me dejé las cosas de niños, aunque me convierto en Peter Pan, algunas noches...
Ya no sueño cosas caras ni le tengo miedo al miedo.
No quedan fantasmas bajo mi cama.
Ya no me quedaron ganas de perder con mis esfuerzos.

Ya aprendí. Eso y mucho más.
Que se puede estar solo entre miles. Y quedarse solo por gusto.
Personal e intransferible.

Me he sentido culpable por ser tan inocente.

Aprendí a coger las manos que quiero al pasear.
Y a tener ojos enfrente que saben que estoy cuando me miran.
Me sigue matando de gozo que cuenten conmigo cuando no estoy delante.
Cuando sus miradas no me miran, pero me piensan.

He aprendido a ser más comedido. Y menos comediante.
A dirigirme sin indirectas.
A saber que fui y seré, ni más ni menos que nadie. Nadie lo es, pero todos no lo sabemos...

A cabalgar solo, que es una palabra que siempre viene acompañada.
A no sentir ya que debo algo...
He crecido de verdades, pilares robustos que nunca han temblado.
Me he equivocado casi tantas veces como he pedido perdón.
Y he mirado al cielo todos los días... y todas las noches.
En esas noches dormidas, en las que entran por la ventana,
los mosquitos,
para dejarme más picotadas que razones para una tristeza...

No hay comentarios:

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...