viernes, 6 de agosto de 2010

LA PAUSA



Que sea una pausa. Caigo descontrolado, desolado casi, cuando descubro que no os había escrito en agosto... Uf, demasiado. En mi vida pasan muchas cosas. Una voz anónima me escribe en el blog que vivir tan rápido no es bueno, pues probablemente lo dirán los médicos, pero es mi vida, así, y la siento, la presiento, la comparto,...

No os había escrito desde y hoy lo hago con la intención de cerrar un curso escolar. Mañana empiezan mis vacaciones y en líneas generales decir que el curso lo aprobamos, con nota, pese a que hemos tenido de todo. No os digo que no os escribiré porque intentaré llegar aquí desde donde me voy: la Toscana, un viaje iniciático sin duda alguna, que cierra y abre. Que avanza... Me voy con Hugo. Os iré contando, pero no sé si desde allí o aquí a nuestra vuelta... No hago planes. Las cosas, últimamente, como van llegando. Y ya está.

Del verano pasado a este han venido sucediéndose muchas cosas, las conocéis. No las repito, las remito tan sólo. En septiembre habrá cambio de rumbo, lo presiento. Lo busco. Seguiremos juntos si queréis buscando nuestras hojas perdidas, que un día fueron mías y ahora compartimos. Por mucho tiempo, espero. Será ahora una pausa, de una hora. De un día o una semana. No llegará al mes. Lo prometo...

Esta mañana estuve en un adiós. Decir adiós no es fácil. No lo es nunca. Yo me emociono en las despedidas y a veces tan sólo despedirme de un amigo hasta el día siguiente me provoca cierta pena. Cuando soy plenamente feliz, me cuesta decir adiós, hasta luego, lo dejamos aquí... Hay cosas hoy en mi vida que no sé dónde dejarlas... Y eso también me cuesta. En el adiós de hoy encontré muchos recuerdos míos atados a lo que veía, mucho pasado, mucha experiencia, mucho adiós... A los adioses, mi abrazo, mi amor, mi gratitud, mi sueño, mi esperanza, mi emoción, mi sensibilidad y mi compromiso de no olvidar mientras la memoria alcance...

Ya tengo planes de futuro. Y planes de inconcrección. Habrá sorpresas, calculo: si la suerte la buscamos, yo pienso encontrarla. Y cuando la tenga, la repartiré entre gente que hacéis que mi vida sea mejor. A los que me enviáis un mensaje de la nada, a los que compartís una barra, a los que me dáis apoyo, o un abrazo, o una mano bien fuerte...

El otro día cenamos en casa, no lo conté tampoco. Fue una noche bonita: he ganado en la vida tanto en amigos que no sé cómo invertirlo para que siga creciendo. Miré la mesa alrededor de mi mirada, busqué entre la gente que vino a casa y me costó imaginar que hace poco tiempo no los conociera...

Estuve en Ibiza el pasado fin de semana, os contaré con calma la odisea. Sin duda. Conocí más gente. Y me voy mañana... Conocer gente: ese creo que es el gran triunfo de mi vida... Mis fracasos, los dejo encerrados en un frasco de cristal negro, con su tapón de diamantes...

Creo que necesito llegar a La Pausa. Reorganizar, recolocar. Rediseñar mi vida y hacer que siga creciendo. Porque me siento vital, especial, lleno de suertes y de bondades. De sueños. Por cumplir, calculo... Y escribo sobre esos sueños sin pensar, de manera autómata... Seremos teatro y vida. Seremos palabra. Recuerdos. Fotos revisadas... Seremos que ya es mucho. Y me gusta...

Siento no haber estado cuando tenía que estar pero anduve en otros menesteres. Algunos de satisfacción personal, única e intransferible. Otras en virtud de los demás... La vida, que pasa. Que pausa...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué empiezas las vacaciones? Ja, ja, eso no te lo crees ni tú, un besazo. R.

Anónimo dijo...

No es que sea malo vivir rapido,solo apunto que, a veces, la rapidez de la vida hace a algunas personas que no saboreen lo pequeño de las cosas, lo autentico,un café o no sepan apreciar la dulzura de un beso, de un abrazo...por lo que escribes en estas hojas, tu si que lo haces y eso es digno de admirar!

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