martes, 30 de agosto de 2016
TAN FELIZ
Hace unos días, en mi rincón del mundo, no paraba de escuchar esta canción... Mi pequeña isla me trajo un montón de felicidad (una vez más). Por eso siempre vuelvo a ella, a chafar su arena, a sentir su brisa, a vivir sus noches... Hace quince años que vuelo a refugiarme cada vez que el alma necesita vida. Y siempre, aunque repita cada año, aprendo algo nuevo... Aprendí que hay que aprender cada día. Que a veces hay que silenciarse más. Que me pierdo y me encuentro. Que me siento vivo. Que hay hermanas que valen un cielo entero cuajadito de estrellas. Que hay amigos que entienden perfectamente cada silencio. Que hay amistades que llegarán con el camino. Que hay reencuentros que son como si nunca hubiera existido distancia; porque siempre se tiene la cadena que une sin oxidar... Que hay gente que sin decirlo nos necesita... Aprendí lo que ya sabía: que allí soy feliz. Y veo a la gente feliz conmigo. Y batallo cada día por eso... porque la gente sea algo más feliz. Ya sueño de nuevo con sus paraísos, rincones, su gente y mi vida allí. Cuando soy capaz de mirar a la nada y volar. Tan feliz.
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