
Tengo buenas vibraciones. La felicidad que vuelvo a sentir, plena, de como era yo y siempre fui, regresa más que nunca... Noto el agua entre los dedos de los pies, fría haciéndome revivir. Noto como sube hasta los tobillos y oigo las risas de mis amigos. Estamos hablando alrededor de nosotros mismos y las risas entrecortan la conversación de vez en cuando. Noto el sol caer sobre mis hombros, y el pecho. Siento todos y cada uno de los detalles. Oigo a los niños en la lejanía, chapoteando. Y nosotros, en nuestro círculo improvisado de tarde que pasa, seguimos compartiendo amistad y sensaciones... Fantásticas sensaciones.
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