
El caminante se detuvo entre sus pasos, miró al pequeño hombre que andaba a su lado, le señaló las montañas del final del horizonte y sonriendo le dijo:
"- ¿¡Lo ves!? Hasta cuando el cielo creas que va a quebrarse entre los nubarrones más negros, busca entre sus surcos y verás el rayo de sol..."
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