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En un par de horas cojo un vuelo, me voy a Madrid. Capital. Miro esta foto, la hice el sábado yo mismo, y me parece un paraíso lejano y fantástico, irreal. Muchas de las cosas que me pasan en la vida me parecen irreales, afortunadamente de todas ellas aprendo siempre. Y sigo viviendo. Caminando, que decía Machado.
Me voy a ver a Mamen que es la excusa para volver a la risa y a la confidencia. Hace ahora un tiempo que no la veo, desde que la tenemos en Bolivia, entre llamas y silencios. Y se le echa de menos... Así que, en mitad de la nada, que es todo, aprovecho y vuelo.
Ayer fue resaca futbolera. España ganó su primer Mundial el domingo y ayer, pese a la crisis y la calor, el país se vino arriba. Sin complejos: España. Fue resaca también para mí, que regresé a la realidad del día a día, lo cual no se malo. Y además, la rompo hoy de nuevo. De hecho, os dejo ya, me voy a la ducha, a quitarme los treinta y cuatro grados que pueblan en mi casa, y al aeropuerto. Os iré contando, como siempre.
Por cierto, clicad la foto y miradla detenidamente: ¿no es excepcional? Es el país de Dios... No os lo perdáis, es una recomendación.
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