
Hay días que la copa está más llena, otros medio vacía. Pero yo tengo una extraña condición que me obliga a ir rellenando cada día un poco más la copa, que no deja de vaciarse nunca... Y ahí estamos. Mi copa y yo. Ella intentando huir y yo rellenando, a golpe de optimismo, mi copa casi llena, casi siempre casi llena...
No hay comentarios:
Publicar un comentario