miércoles, 28 de octubre de 2015

CICATRIZAN

Por las mañanas me quiero poner a dieta y por las noches lloro lo comido. Así pasan los ratos para los que deberíamos de colgarnos la báscula como una mochila. En cualquier caso, pronto, habrá que ceñirse el cinto. Que nos llega la navidad. Parece imposible no pensar lo rápido que huyen las horas. Acabo de pensar que mañana me pongo a dieta severa. Estoy en la tele. Tenemos el tercer programa de la temporada. Luego teatro. Actúa Noscarmientas con Antaviana. Iré a verlos: espero llegar. La noche cae sin que se note que es invierno y a mí solo me duele la báscula. Que siempre olvido. Habrá que sacarse otra moleskine.

Pd emocional: me va mucho mejor de lo que me iba. He cerrado heridas. Las abiertas, cicatrizan.

TODA LA VIDA


Voy a desvelar un secreto... Como facebook nos recuerda ahora cuando nos fuimos conociendo las personas humanas, Elena le ha recordado a Laura que ella llegó antes a mi vida... No sé si mi Guti se acordará, pero una noche se quedó mirando mi teléfono y dijo: "Jo, qué bonito. Cómo nos quieres". Me sonó a verdad absoluta. No sé si recordará que lo dijo porque ellas dos son la foto de mi teléfono, algo que mis mejores amigos habréis podido ver alguna vez y que hoy, al verlas "discutir" sobre la antigüedad de nuestras amistades, me ha hecho quitarle la tapa al móvil y verlas de nuevo, una vez más... Y volver a sonreír. Con Laura no recuerdo cómo nos hicimos amigos, con Elena sí. Y fue un viaje en coche que hubiera sido suficiente para no hablarnos más... Me dijo que iba de bulto... ¡Tal cual! Y ahora me flipa que el bulto se quedó en su vida... Así que, con una no recuerdo cuando saltó la chispa de nuestra amistad y con la otra el recuerdo no es nada satisfactorio... Y pese a ello, la vida que es más lista que el hambre, nos ha regalado lo mejor: las dos son obligatorias en mi vida. A veces pienso que son esas amigas que tendré todavía de aquí a treinta años y que les contaremos a hijos y sobrinos la de cosas que hemos vivido juntos. Las buenas y las malas. Porque con ellas dos, nosotros las compartimos todas. Nada me suena tan bonito como un "Gurrú" de la gaditana más bonita que se pasea por la Gran Vía. Nada me llena tanto como un "#ContigoMola" de mi batalladora favorita, que renace una y otra vez. Son tan distintas y tan iguales que se han convertido en un pack complementario. Elena llegó antes. Laura vino y se quedó. Y así vamos paseando los tres por la vida... Una noche Elena djio: "Jo, que bonito. Cómo nos quieres" cuando vio su foto con Laura en mi móvil... Y yo le respondí: "pues claro". Un pues claro que sonaba a te quiero infinito... Y así seguimos. Toda la vida... espero.

domingo, 25 de octubre de 2015

ANIVERSARIO DE LAURA



Laura y yo andamos siempre igual, sin recordar cómo nos hicimos amigos. Me pasa a menudo: hay gente con la que recuerdo perfectamente nuestro primer día y con gente que se difunde y se hace complicado poner fecha en el calendario... Hoy, Laura, ha hecho una de esas cosas (de esos pequeños detalles) que me encantan. Facebook le ha recordado que hace 5 años que somos amigos y me lo ha colgado en el muro. Podrá ser insignificante para muchos. Pero para mí ha sido especial: una de esas cosas chiquititas que te hace adorar la vida y a quienes te ayudan a vivirla... En estos cinco años hemos reído, llorado, soñado, pensado, compartido, dicho, olvidado, navegado, contado, celebrado, creído, peleado, sumado, nadado, creído, comido, dormido, odiado, defendido, callado, bebido, escrito, actuado, vestido, confiado, luchado... Y sobre todo, como cantaba la Jurado: "Hemos probado el sabor agridulce de la vida.". Juntos. Así que hoy, 25 de octubre, con sus cambios de hora y sus resacas de boda, hoy es nuestro aniversario. ¡Eso me ha dicho tras cinco años que nos saben a poco! Y me ha hecho sentir taaaaaan afortunado... Por ser como es, tan igual a mí. 5 años que dan muestra de lo que es la lealtad y la fidelidad, de lo que se gana cuando se antepone la amistad y el creer en el otro a tantas otras miserias... Querida Laura, se me han pasado volando. No pensaba que fueran ya tantos... ¡Así, como queriendo decir, que me quedo otros cinco y cincuenta y cinco veces cinco a tu verita! ‪#‎ContigoMola‬


viernes, 23 de octubre de 2015

CARPETA DE ASUNTOS PENDIENTES


Soy como el tango de Gardel. Y vuelvo, con las sienes cada vez más plateadas y el alma menos tanguera. Anoche que me junté con Ricardo a cenar, volví a las andadas y me dejé llevar por las ganas de haber volado - dicho en pretérito, perfecto - y de haber hecho y no hice. De aquellas cosas que al rato resumí, con un "es verdad" que es la mejor manera de rematar todo.

Me pueden las ganas de yo hasta tal punto que empiezo a convencerme. Por la tarde, vía teléfono le dije a la amiga Mabel que paciente aguanta al otro lado del teléfono, que demasiados frentes abiertos. Y me pongo en la agenda ir cerrándolos mientras comprueblo que casi 24 horas después si apenas he empezado a cerrar uno. Empiezo el día riéndome con Juanjo al teléfono y sigo con Angelita, que me dice, se ha levantado a las dos y media de la mañana. Estamos con el ensayo a tope de Virginia Woolf y todo lo demás, que también va a tope, por eso escribo tan poco.

Me sabe fatal no dejarme caer más por aquí. Y así lo voy pagando. En términos generales hay cosas por cambiar. Unas cuantas. Habrá que ponerse con la faena.

Una noticia por teléfono ayer no me gustó nada: viene de gente que le come la oreja a otra gente con cosas que no son verdad. A mí cuando me usan me quieren poco, pero a quien amargan le deben de querer menos. Por mucho que sea su entorno. En cualquier caso, pasa a la carpeta de cosas pendientes, y tendrá fin. Bueno o malo. Pero terminará.

Así estoy, con un pie puesto en noviembre, pensando cómo rematar el mes y cerrando asuntos pendientes del año. Y tenemos unos cuantos. A ver si me centro en respirar y decidir... En vivir al fin y al cabo. Por delante, al menos, las ganas de hacerlo. Y un fin de semana repleto: Rajoy en Alicante y Crespo en el altar. Promete, como el domingo con Enganxats y ensayos varios... Yo, a lo mío. A lo de siempre. A vivir. Y a no parar. Con la mirada puesta en la carpeta de asuntos pendientes...

viernes, 16 de octubre de 2015

MAÑANA ES HOY



Me voy a dormir pensando que quiero recuperar mis sueños, que no me hace falta buscar metas porque siempre he dejado que la vida me sorprenda. Que ha llegado el momento de elegir, decidir, comenzar, borrar, proyectar... pero sobre todo de volver a soñar. Que dejé atrás a Peter Pan, pero sigo notando su inquietante mirada. Y que quiero volver a él.

Pienso antes de irme que me sobran palabras y me faltan pensamientos. Que no me sobran ilusiones, pero tampoco faltan alegrías. Que quiero respirar con otro ritmo. Y sobre todo que sea el mío...

Pienso que he dedicado tiempo a quien no debía, que me he perdido en batallas que nunca debí guerrear, que me cansé a veces de mi propio silencio... Y frente a eso: fortuna, suerte, emociones, pequeños detalles... aire para respirar que no todo el mundo encuentra. Yo sí.

En cualquier caso, ahora que me voy a la cama, pienso que me sobra literatura y me falta alma.

Que tengo que ser yo ya quien grite, quien busque, quien sienta, quien quiera... Y que me debo tanto que mañana mismo empiezo a soñar. Que mañana mismo cojo la vida, con más fuerza aún, porque creo que ha llegado el día de volar hacia donde el viento nos lleve... Sin agobios, sin calma, sin nervios, sin excesos, sin presiones... volar, aunque solo sea por el placer de sentirnos libres de nuevo.

Bona nit.

miércoles, 14 de octubre de 2015

EN NADA

Quedan 45 minutos para comenzar la nueva temporada de "Tot és Festa". Esta vez nos hemos retrasado por el cambio de decorados y la puesta en marcha. Por todo ello ando más preocupado, nervioso. ¡Cómo me gustan esos nervios cogidos al estómago que se tienen antes del estreno! Alguien dirá que esto es como ir en bicicleta. Yo digo que es más. Que es mucho. Que es todo. Los nervios del estreno son impagables. Y mira que yo estreno cosas...

Cuando acabemos huele a Fosters. Esta mañana he estado en el despacho del Ayuntamiento y me he ido a comer a Sushi Room con dos señores de fina estampa. He salido, he pasado por Zara y he cogido un taxi donde sonaba Mozart y me ofrecían nueces. El optimismo desbordado de algunos hasta me ahoga, yo que soy muy del good feeling...

Pues eso, que me voy a estrenar programa. Ahora ya no, en nada.

SUEÑO CON CONOCERTE


Sé que Hugo nunca podrá decir que el martes y 13 da mala suerte. He visto los ojos con que miraba a Aitana, recién nacida y he entendido que me he perdido el mejor día de la vida de mi hermano. Bueno, no me lo he perdido: lo he vivido en esta distancia que nos impuso la vida... Y me encantó. Me ha encantado ver su mirada, y su rostro de hombre maduro mirando a su hija. Y sus manos fuertes soportando con una delicadeza absoluta a la recién llegada. Imposible. Nunca podrá decir que el martes y 13 le ha dado mala suerte. Ni a él, ni a Mariajo. Querría decirles tantas cosas que simplemente con la felicitación sé que sabrán que es suficiente. Porque no hay nada que pueda decir con palabras que ellos, especialmente Hugo, no sepan. Que me siento feliz. Que me voy a dormir bajo un manto de lluvia que riega la noche y que aún más dichosa es la felicidad con que me acostaré... Me encanta la boca feliz de Hugo en esa foto que me envió a punto de llegar la medianoche. Me emocionó en la distancia presentir su emoción. Y pensé, enseguida, que se merece esa felicidad absoluta.

De aquí a unos años, probablemente Aitana podrá leer esto. Ella ahora dormirá, entre el calor de un otoño de lluvias y la resaca de un 12 de Octubre que acortó la semana. Si lo leyera, solo quiero decirle que estoy feliz. Que con su padre pasé los mejores y los peores momentos de nuestras vidas. Y que su madre, vino a devolverle a mi amigo/hermano la sonrisa que nunca la vida debió robarle. Por eso, ella, que es fruto de amor y esfuerzo, de tesón y constancia, de serenidad y esperanza, sé que va a crecer entre algodones con un amor de madre experimentada y un padre capaz de emocionarse al sostener entre brazos algo que nunca calculó.

Querida Aitana: por si llegara el día que leas estas líneas, espero que al leerlas reconozcas en ellas el cariño del tío Jaime. Espero que sea ese tío, que hace las mejores merendolas cuando venís por Valencia y que de vez en cuando se deja caer por vuestra casa. Que cuando papá diga Jaume tú sepas que soy yo, como no tengo yo ya otra Aitana que no seas tú. Papá siempre quiso ese nombre para una hija: desde que yo comenzaba a fumar a escondidas y él no hablaba de amor. Por eso hoy, que dejé hace años los cigarros y que él vive con una intensidad inmensa cada latido, estoy contento, emocionado, alegre de ver la felicidad que arrasa el corazón de mi hermano... Hace años tal noche como hoy también llovía. Qué lista y selecta es la vida.

Recuerdo sentado en una silla de la cocina cuando papá me contó que había conocido a mamá. Aquella noche dormí tranquilo porque supe que Hugo volvería a ser tan feliz como yo le deseaba... Hoy, sin embargo, al echaros de menos me he dado cuenta de que me equivoqué, porque he presentido que aún es más feliz de lo que imaginaba... y eso, querida Aitana, eso me llena de felicidad.

Besos a mamá. Dile a papá que le quiero. Y a ti, a ti sueño ya con conocerte... 

lunes, 5 de octubre de 2015

ANA DIOSDADO


Mamá nos sentaba a ver "Segunda enseñanza" y "Anillos de oro" mientras papá echaba más horas de trabajo. Por eso yo supe antes que otros quién era Ana Diosdado, Imanol Arias, Encarna Paso o Juan Diego, mientras otros sabían quiénes eran Ablanedo, Setién, Eloy y Julio Alberto... A los años, conocí a Ángeles Hernández por una obra suya. Y gracias a "Los ochenta son nuestros" me envenené de teatro y volví a subir a un escenario... Cuando hoy he leído que Ana Diosdado se ha ido me ha sido imposible no pensar en todo ello, sonreír y pensar "qué afortunado fui y cuántas cosas me regaló sin saberlo"... La pena es, que probablemente, para muchos, Ana Diosdado será un nombre imposible... Una gran dama del teatro.

jueves, 1 de octubre de 2015

LA TIERRA MOJADA


Tuve un día excesivo, como otro más, y la noche me pilló andando hacia el autobús. De pronto me sentí por medio del paseo, casi sin escuchar los ruidos de coches, ni nada más. Eché un paso tras otro y comprobé de qué manera respiraba con ese olor que solo tiene mi ciudad cuando llueve: a tierra mojada. Me dí cuenta que la "nada" me cogió en mitad de la agenda. Y pensé en escribir mil y un mensajes para buscar una cena entre varios en mitad de este primero de octubre con sabor a sábado de lluvias. Porque todos sabemos que un sábado de lluvias nunca se puede estar solo. Fui andando entre luces y gentes, y me descubrí en dos ocasiones saludando a personas desconocidas, porque me habían mirado fijamente. Me respondieron al saludo. Y enseguida volé al pueblo de mis padres donde seguimos saludándonos siempre dos personas al cruzarnos. Con esto pensé que deshumanizada estaba la ciudad. Y miré fijamente a quien se cruzara para saludarle una vez más. Pero la gente miraba al suelo y andaba rápida. En la terraza de una cafetería seis mujeres de sesenta competían por cirugías. Una pareja se besaba bajo la farola de la manera menos fugaz posible. Una joven se dejaba arrastrar por su perro y la terraza del Aquarium parecía tener a los clientes de siempre. "Siguen teniendo a los camareros más elegantemente vestidos de la ciudad" pensé. Y me detuve en las pequeñas cosas que nuca miro. Y vi escaparates, calles y terrazas, luces, azoteas, nubes y coches. Caras de personas que evitaban a otras personas. Luego pensé: "qué frívolos somos preocupados por los sirios sin que seamos capaces aquí de mirarnos a la cara". Y volví a pensar en el pueblo y cómo allí todos nos dedicamos un saludo, un hastaluego, un buenosdías,... ¿En qué momento la ciudad dejó de estar habitada por humanos que se convirtieron solo en gente? No lo sé. Pensé qué pena de aquellos que no quieren ayudar a los sirios. Pensé luego qué pena de aquellos que solo los quieren por una foto... Y al rato, pensé en la tristeza de que aquí, nosotros, los de siempre, tan esclavos de todo y sin ser señores de nada, caminamos de igual manera sin mirarnos a la cara... Los árboles bailaban con aires de otoño. Todo era amarillo. Y si apenas, de todo antes, solo quedaba ya el cansancio... Pasé varias paradas antes de coger el autobús: prefería el aire y el paseo. Y mi soledad, de banco en invierno. Y mi tranquilidad de que no era sábado, aunque se echara a llover...

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...