sábado, 30 de enero de 2010

QUE NOS SALGA BONITO



Anoche hicimos el ensayo general, pasados por frío. Ayer olvidé mi papel hasta en tres ocasiones y sentí una nerviosismo absoluto además de una frustración... Pero es normal. El ensayo general requiere de mucho esfuerzo y yo andaba con cienmil cosas a la vez. Así que, por pedir, pido estar hoy a la altura... ¡Parece mentira! Hoy... Ha llegado el momento. Nuestro contador se puso a cero en su cuenta atrás y en apenas siete horas, siete y poco, levantaremos el telón... ¡Qué ganas! Pero qué ganas sobre todo de comprobar la reacción del público... Ayer tuvimos un público especial y se rieron de lo lindo. Espero que hoy cunda la misma voluntad entre el respebilísimo....

Llegué a casa. Cené en Vips y copeé un ron en Cyrano. Llegué a casa sobre las dos y media y sobre las cuatro y media andaba entre nervios e insomnios. Calculo que conseguí dormirme cerca de las cinco menos algo y esta mañana, a las nueve, mi vecina decidió despertarme para ver si pone su Canal Plus en el tejado... He dormido poco, ando cansado y convenciéndome de que no me puedo poner nervioso... Pero tengo ganas. Muchas.

Ha llegado el momento definitivo de enterrar a las monjas y levantar el telón. Se prevé el "No hay entradas", que no es mala señal. Y van llegando mensajes de apoyo que se agradecen la barbaridad absoluta... Queda nada. Y aquí ando. Intentando racionalizar el disparado mundo interior que tengo en estos momentos, que me pide sacrificio y paz al mismo tiempo y que sólo tiene una voluntad: que nos salga bonito.

viernes, 29 de enero de 2010

POCO-YO

¡Me he pocoyizado! Al final he conseguido convertirme en uno de esos dibujos animados que le encantan a Edurne y que reconoce tan hábilmente... Es la una de la mañana, llevo puesto el mp3, ando escuchando las canciones de "La Suspresentació": estrenamos el sábado. Osea, mañana. ¡Ay qué nervios!

Recién llego del pleno, tarde de trabajo y cena entre compañeros, algún bocata, un agua y a casa. Un cigarrito en la noche, un poco de conversación por facebook y el recuerdo de que hoy no os he podido escribir... Voy a tope, ya sabéis, con la presentación. ¡Qué ganas! Pero, qué ganas sobre todo de que os guste, de que disfrutéis, de que compartáis nuestra ilusión...

Es la magia que nos salvará, la chispa que nos hará brillar, la esencia, siempre estará...

Y sigue mi cabeza con sus pensamientos al ritmo que le marcan los nervios como un tic tac del reloj mejor engrasado... De momento, yo ya soy Pocoyó, que es bastante... Una distracción y, como un niño, una ilusión al frente de todo: que este proyecto sea una realidad pronto. Y lo será...
Buenas noches.
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Pensamientos para una noche víspera de estreno
1. Sonríe siempre y disfruta.
2. Disfruta siempre y sonríe.
3. Cuando uno tiene un buen equipo, al final, todo merece la pena y todo sale bien.
4. Gracias a quienes hacen que siga sintiéndome nervioso ante un estreno.
5. Gracias al veneno del teatro, que me sale de vez en cuando.

miércoles, 27 de enero de 2010

ACTORES AMATEURS AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS



Tres días... El día que conocí a Ángeles estábamos en un escenario de teatro. Representábamos "Los ochenta son nuestros". A horas del estreno general, no paraba de recordarles a todos el tiempo que nos quedaba... Por eso, ahora que escribo "tres horas" recuerdo aquel momento y me planteo lo que podrán pensar el resto del equipo... Hay nervios, pero son nervios sanos. Son nervios que nacen de las muchas ganas que tenemos de conquistar el escenario. El palmarés de premios es otra cosa. Lo que de verdad nos apetece es que nuestro proyecto salga bien después de casi un año de trabajo. Y por eso, por la sana concepción de este trabajo que tiene toda la gente con la que lo comparto, es por lo que me apasiona poder llevarlo adelante.

Hay nervios, los habituales, a tres días de alzar el telón. Y saldrá bien, estoy seguro, porque hay tanta materia prima junta que merece la pena que sea un éxito. Tenemos a muchos amigos pendientes de venir a verla... Por ello, ya merece la pena. Pero hay nervios, porque si algo no nos apretase en el estómago, sería lamentable. Al escenario se sube a disfrutar, pero se sube con nervios en las entrañas o es señal de que no respetas al lugar al que llegas... No me cabe la menor duda. Hoy, por hoy, y a tres días... nervios. Muchos nervios. Como chicos Almodóvar: actores amateurs al borde de un ataque de nervios. ¡Y otro de ganas!

martes, 26 de enero de 2010

OLFATO



Mi casa huele a plástico quemado, menos que el otro día que encendí el horno. Mi vida huele a no parar. Mis días huelen a nubes de tormenta y a invierno. Mis horas huelen a prisas. Mis amigos huelen a bondad. Mis sueños huelen a nervios...

Me da en el olfato que todo lo que se presta esta semana a ser de gran relevancia va cogido de la mano del estreno de nuestra presentación el próximo sábado. Quedan cuatro días para levantar el telón. En una hora estaré en el teatro, ensayando la obra. Nos quedan pocas horas para rematar la faena de todo un año y los nervios están ahí. Aunque decidamos disfrazarlos, están, aunque quiera dejarlos apartados de estas horas previas a todo que estamos viviendo.

No queda nada para levantar el telón, para llenar el patio de butacas, para que empiece el espectáculo. Ya hemos decidido que saldremos a pasarlo bien, como el año pasado. Pero todo anda cubierto de un recoger a última hora, de premuras y nervios. Y eso, no sé si es bueno o malo, pero calculo que es el teatro y su veneno. De aquí a nada, los papeles, las canciones, los bailes, el directo, el estreno, los nervios... Cuando me levanto, canto. Cuando me duermo, ensayo en sueños...

Y en breve, todo habrá sido y será. A la espera de un futuro. Me huele bien, pero me da en el olfato que todo se hará largo hasta que llegue el final... Los nervios huelen a felicidad intranquila... Olfato a teatro puro y duro.

ENTRE AMIGOS

Mi fin de semana empezó el jueves noche. Esperando al metro en la estación de Mislata. Estaba nervioso. Yo creo que fue premonitorio. Cuando llegué, Ángeles también estaba nerviosa. Tan nerviosa que había bajado a la estación a esperarme. Hicimos con nuestros nervios una bufanda y nos abrigamos por la calle Ruzafa. Por la plaza del Ayuntamiento, llegamos a las Barcas y de aquí, enfilados al Principal, para esperar a Carol, Elena, Nick y Marisa.



El inicio de la gala fueron risas nerviosas, comentarios de última hora y ganas porque llegara el momento y se acabara la incertidumbre. Podían pesarnos mucho las encuestas y, en contra de lo que siempre habíamos pensado, aunque la ilusión estaba, nos llegó el primer premio por "La Suspresentació". Risas. Aplausos. Subida al escenario. Recogida del premio. Bajamos al patio de butacas y nos sentamos. Sentimos las ganas de salir a la calle a gritar, a correr, a festejar, a abrazarnos con los nuestros, el resto, que esperaban ensayando en el casal. Yo no sé cómo nos saldrá esto, pero ganas no nos faltan. Y muchos ensayos. Mucho trabajo de mucha gente que se ha implicado en el proyecto más bonito que nos tocó defender...



Lo celebramos en la falla, entre amigos, como ya os conté y dejamos que pasaran las horas agarrados a nuestra felicidad más completa. Fue un éxito de noche.



Por la mañana nos reunimos en el trabajo. Seguí la marcha de siempre y pasé por el supermercado para hacer la compra. La dejé en casa y apenas si tuve tiempo para irme corriendo al cine. Manolo y Ángeles esperaban en la cola: Sherlock Holmes. Muy recomendable. Recordé el reciente viaje a Londres con Hugo y nuestras muchas peripecias. Salí y me fui de compras. A comprar el regalo de Álvaro y algunas cosas para mí... Era la felicidad extrema la que me obligó a regalarme algo, lo reconozco.

Me recogió Leo y nos fuimos a la Exaltación de la Fallera Mayor. No paramos de reírnos y de hacer de las nuestras, incluyendo una cena informal en la barra del Palau. Cuando acabó el acto, con los últimos fuegos artificiales, hice algunas entrevistas para la tele y nos fuimos al Cyrano. A seguir con el viernes...



Allí nos recogimos los amigos, unos cuantos. Mabel Obrer y su saco de sonrisas, Gueguel y Luis, Marta, Virginia, Alba y Anita, Rafa, Leo... La noche pasó entre muchas risas y nos fuimos pasadas las tantas a descansar algo, aunque fuera poco.



Me fui a comprar cosas de última hora. Cociné un cocido, caldo para la semana. Y unos hojaldres con setas y pollo con salsa de champiñones, porque venía Aurora, con sus regalos de Reyes, a comer a casa. No había descansado mucho, casi nada, pero disfruté cocinando... Me acosté veinte minutos después de comer, no podía más. Aurora y yo nos fuimos al cumple de Álvaro...



Y en el cumple, ciento y la madre. Tato, Gema, Jose, María, el pequeño Piki, Moisés, Manolo y Belén, Dani, Kone, Aure, Aurora, Hugo, Juanín, Heba, Alberto y Vanessa... ¡¡¡Todos!!! Y seguro que me dejo a alguien...



Nos echamos unas cuantas risas. Perdí y reencontré el tacón de mi bota, que arregló Perico, pericias en mano. Y martillo. Y nos recogimos en coche. Los de Sarrión se fueron de cena, yo al cumpleaños de Carlos...



Me alegró celebrar con él sus treinta, con él y con su música patillera, y con sus gominolas, y con sus amigos (nos faltaba Anita, enferma), y con sus chupitos y sus risas,... hasta que nos fuimos al Cyrano.



Por la calle seguimos haciendo de las nuestras, como se esperaba con Sergio y Laura, Carol y Angelita, Carletes y la trouppe... Llegamos al Cyrano. Estaban los de Sarrión y mi madrina, Chusa, con el primo Ángel. No me moví de la entrada del bar. Hasta que nos fuimos a la Betty. La cerramos, Aure, Hugo y yo. A las ocho menos algo. A las ocho y algo estábamos paseando a Arwen y comiendo una napolitana (por cierto, que no me gustó nada, ahora que lo pienso).
Me acosté. A la una me levanté, me recogió Bausà y al ensayo de la presentación. Comimos a las dos y ensayamos hasta las diez. ¡Por voluntad que no sea! Y repasamos guión, y no pusimos en el escenario, y fuimos felices... Cansados, pero terriblemente felices. Acabé derrotado y sin voz. Cuando Toñi me llamó casi no podía hablar. Se hizo de noche, muy de noche, de noche absoluta y oscura. ¡Como la noche oscura! Y yo... A dormir. Hasta que madrugué hoy y me fui a la junta de gobierno. Me encuentro a Rosa y Edurne por la calle, cada día más mayor... Mañana de faena. A la tele luego. Y a casa, poco rato. Descanso algo y a ensayar de nuevo. Antes a la inauguración del casal de la falla Sevilla. Y más guión... Nos quedan cuatro días apenas. Cuatro días, como estos últimos cuatro, que afortunadamente pasé entre amigos...

lunes, 25 de enero de 2010

HORAS POSTERIORES

Lo siento! Cuatro días no volveré a hacerlo. Me levanto a las ocho y media, me peso: 85.800. Hace frío y llueve sosegadamente, casi en ausencia de agua. Pienso en tomarme un colacao antes de salir, pero me voy porque nunca desayuno. Tomo café en alcaldía. Manolo y Gloria. Reunión de trabajo: salgo a las once y pico. Me he tomado ya el segundo café del día. Despacho. Agenda. Revisión, previsión. Facebook y correo. Pienso: no he escrito en el blog. Abro el blog. Selecciono la foto, reviso lo que no he escrito el fin de semana. Menudo fin de semana.

La foto.


De izquierda a derecha: Manolo Andrés (gran amigo y escritor), Ángeles (mi media naranja), servidor, Hernán Mir, el pequeño presentador (muy grande) de la gala y Carles Galiana (director de la gala y presentador).

Al final fue nuestro: primer premio de guión con "La Suspresentació". No hubo momento más glorioso ni más emocionante - y emotivo - para nosotros. Fue espectacular. A lo largo del día había tenido tres intuiciones y al final, no fallaron. La primera por la mañana en la radio. La segunda, por la tarde, al coger el metro. La tercera, Galiana al iniciar la gala (la galiana de la cultura).

Llego el momento. Vibrante. Quinto, cuarto, tercero, segundo... Primer premio: Ángeles Hernández y Jaume López Bronchud por "La Suspresentació". Segundo año y primer premio. El año pasado, primer año y segundo premio...

Aguantamos el resto de la gala con las ganas de ir al casal a celebrarlo. Mis móviles se quedaron sin cobertura. Noticias del exterior: cero. A salir, una de la madrugada, llegan los mensajes. Y las llamadas. Coche de Nick y al casal. La alegría suprema: copa. Copa. Copa. Copa. Risas. Copa. Risas. Copa. Se va uno. Se van dos. Se van tres. Nos quedamos Carol, Laura, Sergio, Ángeles, María y yo. Seis de la mañana. Ha sido un gran día: primer premio. Ya lo tenemos...

jueves, 21 de enero de 2010

HORAS PREVIAS



Ahora ya sí que sí... Empieza la cuenta atrás. En ocho horas comienza la Gala de la Cultura y nuestra propuesta para este año, "La Suspresentació" está nominada al mejor texto. Ángeles y yo estamos más contentos que sorprendidos y eso que nos ha pillado por sorpresa... Sea como fuere, el trabajo de todo un año llega a ver la luz en unos días. Ahora vamos con los nervios habituales, las ganas por estrenar, la espectación por si gusta o no, el que todo salga bien... Los premios, son otra cosa.

El año pasado, el aluvión de premios (9) para "La Sorpresentació" nos dejó alucinados. Y especialmente contentos. Fue la recompensa no pedida a muchas horas de trabajo y de diversión. Fue nuestra tónica. Meternos en este embolado con la única intención de pasarlo bien. Y lo pasamos... Por eso este año hemos vuelto a la misma competición: no competir. Buscar del mejor grado el agrado y la diversión entre toda la gente que hace posible. Y esa gente, ese colectivo, el de Noscarmientas, es a los que hay que agradecerles el empuje y las ganas, el apoyo y la confianza, la ilusión compartida... Ya veremos cómo se nos da esta noche, por delante, los nervios y las ilusiones. Esperamos no defraudar a nadie. Estamos muy contentos, mucho. Pero sobre todas las cosas, de pasar tan buenos ratos cuando escribimos...

Una vez más, Ángeles, muchas gracias. Y a compartir butacas y ganas. ¡Feliz noche!

martes, 19 de enero de 2010

BOIRA



Hay días que uno tiene la sensación de que las cosas salen, suelen ser vísperas de días en los que nada surge. Pero hoy, bajo el cielo más encapotado de los últimos tiempos, la sensación era de progreso absoluto, de ir encontrando respuestas, soluciones, salidas, sorpresas, buenas noticias... Hoy he salido del trabajo harto contento.

La mañana era fría y de invierno. Una capa extensa de niebla, de boira, cubría la ciudad. Los días así uno tiene la sensación de que todo le va a ser turbio. Pero no. No he parado. Ha sido un día de actividad frenética. Y aún me queda por delante mucho qué hacer. Hoy me siento pletórico, cargado, con esperanzas, con ganas de proyectar, de llevar adelante, de seguir apostando... Hoy me encuentro entre los abrazos de mis amigos y sus mensajes, y sus risas en el facebook, que son las mías,... Y la niebla, al final, siempre, se disipa...
Uno tiene la extraña sensación de que la tranquilidad más absoluta es un estado placentero, pero a mí la calma total me preocupa. Prefiero la intensidad, el no parar, la marcha continua... Dicen que debo de ser hiperactivo. Pero cuando yo nací, no había niños hiperactivos, los había moviditos. Y yo era muy tranquilo. Por eso tengo la seguridad de que ahora no paro porque guardé muchas energías, y días como hoy, con niebla, con boira, cuando las cosas salen y sonrío, noto que me recargo...

lunes, 18 de enero de 2010

¡OH! ¡CIELOS!



La naturaleza, la divinidad, el destino, de vez en cuando nos regala un cielo surcado de sueños profundos bajo una melodía de violines y piano. El viernes salí a la calle. Miré al cielo para descubrir el tono anaranjado de la calle, con aspecto de película romántica de los años cincuenta, y descubrí un mundo de colores impresionante... ¡Oh, cielos! Era una estampa singular, bella, melancólica,... Como un paraíso, algo así. Di gracias a la naturaleza, a la divinidad y al destino por haber cruzado aquella paleta de nubes ante mi mirada y me sentí conquistando el más absoluto de los tesoros.

Hoy me he sentado en la montaña rusa de los sentimientos y de las sensaciones. He pasado de la alegría a la decepción, la inquietud, la esperanza, la ilusión, la apatía, el silencio, la risa... Hoy mi día ha sido un muestrario de temblores dentro de mí de tanta diversidad como el cielo del pasado viernes. Pero ha sido un gran día, un día al fin y al cabo, un lunes sin esencia de lunes, con las pilas cargadas y con sensaciones bien despiertas y diferentes... Al final, ahora, cuando estoy a punto de marchar a ensayar la presentación, si hago balance, me encuentro con una jornada en la que han pasado muchas cosas y al mismo tiempo tengo la sensación de que no haya pasado ninguna...

Por eso, capturar el cielo del otro día y dejarlo en la memoria hasta que resetee el baúl de los recuerdos que cargo a mi espalda, es una satisfacción y un disfrute personal de valor incalculable. Os digo a menudo que miréis al cielo. Que disfrutéis de lo que se mueve allí arriba. Hoy ha sido un lunes nublado, resaca de aquella maravilla. Pero siempre tenemos la oportunidad, cuando el cielo se presenta gris, de recorda el último atardecer que consiguió conmovernos... Yo, el viernes, miré arriba una vez más y exclamé: "¡Oh!¡Cielos!". Y me olvidé de lo gris que haya podido venir luego...

domingo, 17 de enero de 2010

NOCHE DE AMIGOS

El sábado tarde hablé por teléfono y fregué algo. También hubo un momento "manitas" martillo en ristre... Me fui a merendarme unas tortitas del Vips con mi amiga Antonia y a echarnos unas risas. Luego nos hicimos un paseo por Valencia, hasta la "casa de Acosta" y nos acercamos a un bar rarísimo a tomar una cocacola más. Era el bar de las marcas blancas, ya que nada tenía tenía marcas. Hablamos del presente y del futuro, el pasado, al fin y al cabo ya lo hemos compartido.

Aparecieron Mabel y Pepe, Carolina, Laura y Sergio con Angelita de trasfondo: nos fuimos a cenar. Nos reímos bastante y nos pusimos al día una vez más. Hicimos planes y nos comimos unas tellinas, unos champiñones, unas albóndigas caseras y puntilla. Odio la puntilla. Lo digo ya. Y no sé por qué al final siempre acabo comiendo...



Después de la cena nos fuimos a El Loco. Allí acudió Raúl con Vanessa y amigos. Disfrutamos del concierto y de la barra. Festival ochentero con Los Cuatro. Y actuó con ellos al rato Manolo Beltrán y luego José Manuel Cassany... Resultado final: festival por todo lo alto.



Nos hicimos a la barra y luego, a la salida, como la vida es tan generosa conmigo, me encontré con Amparo y Julián, que hacía siglos que no veía y me dio tanta alegría. Nos fuimos paseando a por un taxi en San Francisco de Borja. Jose me dijo que me esperaban en Cyrano. Y David me llamó para ver si nos veíamos. Eran las dos de la mañana.


Cuando llegué me alegró mucho ver a Jose y María acompañados de Manolo (¡qué gran tipo!) y Belén. Estuve con ellos un buen rato, nos tomamos algo y hablamos de lo humano y de lo humano. Nada de cosas divinas... Me pasé luego por la mesa de Carol y David con Joaquín (sé que se llama Jordi...) y Mabelón con Navarro, Angelita, Manolito que se añadió a la comparsa, Laura y Sergi. Comitiva completa de amigos para cerrar por todo lo alto la noche. Hablé con Jorge y dejamos temas sobre la mesa. Una noche genial ya os digo, como la del viernes... ¡Qué fin de semana más encerradito entre amigos! No se puede pedir más...
Me acosté cerca de las seis y me he levantado a las dos y media. Con lo que estoy muy orgulloso de haber podido dormir algo esta noche... He malcomido, me he echado una siesta borreguil y me voy para la falla que tenemos los ensayos más decisivos... Suenan las Ronettes. Ya os pongo algo de ellas algún día y bailamos...


sábado, 16 de enero de 2010

DE AQUÍ PARA ALLÁ

Salimos del trabajo, después del picoteo con Santi que se va del Ayuntamiento para jubilarse. Un tipo entrañable y una persona que hace sonreír a los demás, lo que es especialmente gratificante. Cogimos el taxi y nos plantamos en casa de la recién operada Mabelón para comer con ella y con Pepe. Da igual que acabara de salir del hospital: Mabel sigue cocinando que da gusto.

Se fueron todos y nos quedamos mano a mano en el sofá del comedor. Nos pusimos al día. Y nos echamos unas risas, breves, pero risas al fin y al cabo. Me fui al "The News" hablando por teléfono porque había quedado con Hugo. Nos hicimos una pinta y una sidra, como en Londres. Y le puse al día de mis asuntos con el trabajo y de todas esas cosas.



Llegó Ángeles y nos fuimos al teatro a ver a Luis Piedrahita. El gran Piedrahita. Me encanta. Creo que es uno de los mejores monologuistas, junto con Flippy y Quique San Francisco que yo haya visto. Tuve la suerte ayer de verle en directo y me volvió a gustar, muchísimo además. Cuando acabamos nos fuimos a la Tasca Ché a cenar.



Antes de llegar nos encontramos con nuestro anuncio en Bershka. Uno de los símbolos de la amistad de nuestra pandilla, la "L" en la frente es ahora la imagen de la tienda de moda. No sabemos por qué, pero ahí está. La risa fue evidente y el sms a todos los demás. Algunos pidieron que pidamos indemnizaciones... ¡Y no es para menos!


El Ché volvió a ser ese rincón atemporal donde la cocina casera sigue triunfando a raudales servida de la mano de los camareros más amables y divertidos que haya en la ciudad. Es un espacio diferente, con sabor a la Valencia antigua. Un bar de 1933 que sigue guardando la esencia más pura y familiar. Se agradece. Nos cenamos una txistorra, regamos con sidra y cerveza, unas albóndigas del paraíso, unos cojonudos - que lo están - y unos huevos con jamón y patatas. Directos al café.

Llegamos y María Jesús ya estaba con Marcos cuando el local estaba casi vacío. Nos pusimos a hablar y a reírnos. Cyrano me gusta por eso, porque aglutina conversaciones en torno a una noche. Y la de ayer fue especialmente divertida. Tal y como se fue animando el cotarro fue llegando la gente. Manolito, Ana y Javi. Al rato, Alberto acompañado. Y David y Carol. Pedrillo, luego... Hablamos de todo. Y nos dieron las cuatro de la mañana. No apetecía irse a casa, porque la noche, ya os digo, fue brillante. Pero hoy tocaba madrugar, para seguir con el sábado. Un sábado que ya os iré contando...




viernes, 15 de enero de 2010

DOS EN LA CIUDAD (TWO IN THE CITY)



Londres. Y no hace tanto, aunque cuando a uno le aprieta el estómago o el alma, los buenos momentos nos parecen más lejanos...

Os dije que comentaría como nos rondó Londres por la cabeza y la verdad es que fue un gustazo, entre otras cosas porque no paramos nada de nada. Fuimos de la nieve y del frío, del frío intenso que agrieta las manos y los labios, que destroza los dedos y la vida. Fuimos risas, a carcajadas, a sonrisas en todo momento. Y todo, mientras fuimos descubriendo la ciudad. Yo, una vez más. Hugo, la primera. Y me gustó mucho poder compartir con él este momento, porque siempre creí que sería una ciudad que le iba a gustar. Y así fue.

Tenemos mil momentos para contar. Me gustaría relataros todos para dejarlos aquí por constancia y no dejarlo en la barca del olvido, pero tampoco es posible relatar cada segundo de aquel periplo... Recuerdo con especial nostalgia el paseo en barco por el Támesis, con unos silencios prolongadísimos, y muchas cosas en la cabeza. Con el frío curtiéndonos el rostro. Y la imagen en paso de Londres hasta donde la ciudad desaparece... Recuerdo, como uno de los mejores momentos de mi vida, el momento en que poco a poco toda una escalera de metro montamos un tema musical de Grease, lo cantamos y acabamos aplaudiéndonos los unos a los otros.

Y, con nostalgia absoluta, el momento en que con las doce campanadas de la medianoche de la última de 2009, la nieve empezó a surcar el suelo londinense entre copos que se desplegaban con absoluta serenidad, volátiles, sobre nosotros. Y la sonrisa de Hugo, la de Leo y Cris, la de su hermana,... La felicidad absoluta.

Empecé a hacerme mayor el día que cada nochevieja, desde las seis o las siete de la tarde, una nostalgia me empuja y me dobla. En Londres me vino a pasar una vez más. Y ese momento, el de la nieve, fue un punto de inflexión en toda regla para comenzar hacia arriba 2010. Y ahí estamos, subiendo. Un camino que emprendí de la mano con mis amigos, y es una buena manera de empezar a caminar...

Recuerdo el atardecer en Trafalgar, sobre la National, y la lluvia a la entrada del British, recuerdo haber pensado en tumbarme como si hizo Leo sobre la figura de Wilde, recuerdo el calor del hot chocolat en Covent y aquel concierto, la última noche, de Luka, a las puertas del mercado rodeado por todos nosotros,... Recuerdo las risas con la sidra de pera y tus pintas cerveceras, las conversaciones antes de apagar la luz, reorganizar la maleta, la búsqueda del buffet más económico, el paseo por London Eye, la lluvia sobre St. Paul, el calor de la Tate, el musical de Priscilla, las risas, el botellón de "espidifen", disparar la cámara, las puertas de los teatros, Stonehenge, la quietud en Salisbury, el sueño del autobús,... Quizá fue una de las grandes experiencias que compartí con Hugo, espero que nos queden muchas, porque crezco con él. Un placer, como siempre.

jueves, 14 de enero de 2010

VIENTOS


En Volver, de Pedro Almodóvar, en el pueblo de la Ramira (Penélope Cruz), la gente se volvía loca por el viento,... Las ráfagas bárbaras que surcaban la Mancha trastornaban al personal y lo dejaban tibio. Hoy es un día muy ventoso en Mislata. Hoy, desde que me levanté, ando tibio. Me he reunido a primera hora y luego me he quedado en el despacho. He salido alguna vez, pocas, escuchando el silbido constante del viento. Que ofusca. Cualquier fuerza de la naturaleza, en abundancia extrema, nos asusta. El viento también, porque nos arrastra... Y eso siempre asusta: acabar arrastrados.



Hoy hace dos años que nació Álvaro. Él es lo suficientemente pequeño como para no leer esto que escribo, así que se lo dejaré a modo de testimonio, feliz testimonio. Mi pequeño sobrino, otro de los tesoros que me regaló la vida, a través de sus padres que son dos pilares básicos en mi vida: María y José, mi hermano. El pequeño vampiro, como yo le llamo, llegó a la vida para darnos alegría, porque nos hacemos mayores y nos pedía el cuerpo momentos bellos que llevarnos a la memoria. Su nacimiento, en un día lluvioso, todavía lo recuerdo. Y la habitación del hospital. Y nosotros en torno a la madre que estaba en la cama y la alegría de todos... Álvaro es alguien especial en mi vida. Alguna vez lo he dejado escrito ya por aquí, pero que sus padres me hicieran padrino fue uno de los regalos más hermosos de mi vida... Tiene unos ojos de escándalo y una sonrisa que me quedaría para siempre. Y verle crecer... Verle crecer es un gustazo en toda regla. Absoluta regla. Una felicidad, que recuerdo ahora, en un día de vientos, dos años justo después de un día de lluvias... ¡Y mira qué nos han pasado cosas! Álvaro, María y José, gracias por todo. Os quiero.
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Pensamientos para un día de vientos
1. Que el viento te acompañe, pero que nunca te arrastre. Que no te arrastre nunca nada en la vida.
2. Que el viento te dé aire para seguir mirando al cielo... Y ver cómo se mueven las nubes que lo amparan todo.
3. Aunque sea contracorriente, camina. Aunque sea contra el viento más fuerte, anda. Aunque sea con el viento en contra: vuela.
4. Que difícil es algunos días abrir las alas... Pero siempre hay motivos para emprender el vuelo.


miércoles, 13 de enero de 2010

NOMINADOS



Podría ser, pensamos por un momento. Y fue. La foto es de hace un año, cuando la varita de la fortuna nos regaló el segundo premio al mejor guión con "La Sorpresentació", aquella alocada historia de monjas, curas y obispos en las que pasaba de todo... Bueno, pues aquí andamos. A cuestas con la segunda. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Y, a lo mejor, serán más duras. Pero volver a escribir con Ángeles, de la mano, ha sido una experiencia en toda regla...

Ayer estaba en una reunión cuando me llegó el sms: "Texto nominado. Enhorabuena!". No pude evitarlo. Salí y llamé por teléfono para darle la enhorabuena a la culpable de todo esto. Ángeles y yo estamos nominados también este año al mejor apropósito con "La Suspresentació", una historia de la que no os cuento nada, pero que nos ha procurado muchas risas... Toñi me envió un mensaje enseguida. Y le dije que nada me alegraba tanto en estos momentos como esta noticia. Es una de aquellas cosas que te regiran por dentro, que te alegra, que te vienen muy bien... Una buena noticia sin duda alguna que ya veremos cómo acaba. De momento, satisfacción mucha, pero sobre todo, más alegría.

Estamos en los ensayos. Nos quedan pocos días para levantar el telón. Hay nervios y ganas. Muchas de ambas cosas. Habrá que apretar... Pero de momento, y hasta que el 21 se sepa el resultado, vamos apretando con más ganas! Enhorabuena, Ángeles. Te lo merecías...

martes, 12 de enero de 2010

MIRANDO AL CIELO



Hoy un mensaje me dijo que sería un buen día creativo, que sería un día para crear cosas, para escribir, me decía, si tenía un diario sin saber que lo tengo aquí, con vosotros, en el blog... He madrugado, a esa hora que el cielo, como un manto alba, se queda sobre la ciudad y nos deja relegados a todos perpetuados en una cadena fría de helor mañanera. He ido a recoger a Edurne a su casa, escondida, con la brillantez de los niños, con su gran naturalidad, con su inocencia absoluta tras la cortina de la bañera para ver si la encontraba, asomando como le asomaban los pies por detrás, anunciando donde estaba... Un beso y un abrazo. Me ha contado todo lo que le trajeron los Reyes y nos hemos ido caminando hacia el cole, con menos frío que ayer... Me he quedado absorto escuchándola porque tenía tantas cosas que contarme que no ha parado en todo el camino... Luego he desayunado con Gemma y Mariam, unas tostadas y un zumo de naranja. Pero antes, se ha producido uno de esos momentos hermosos que tiene la vida y que son pura casualidad...

Iba con mi música mirando al cielo, cubierto por una tupida masa de árboles, cuando comenzaron los violines de la canción de Serrat, de "Aquellas pequeñas cosas", con melodía sinfónica y casi de sueño. Al tintineo del piano me quedé mirando arriba y tras las nubes descubrí un brillante y muy dorado sol que lo iluminaba. No sé si porque me cegaba la luz o por la belleza de aquél instante fugaz y mío, sólo mío, pero he estado a punto de soltar una lágrima... ¡Qué belleza! No sé si os puedo trasladar la sensación de aquel instante mínimo, de aquél regalo absoluto que ha sido escuchar la canción, mirando al cielo y sentirme por un sol que me bañaba de una alegría dorada y me obligaba a dar gracias por mi vida. Por vosotros. Por todo lo que compartimos... Que el viento arrastra acá o allí, que te sonríes tristes sí, nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve...

lunes, 11 de enero de 2010

MIS AVATARES



Hasta el sábado, los avatares eran para mí las vicisitudes que se le cuelan a uno por las rendijas de la vida tal y como nos van pasado los días. Pero, llegado el frío extremo de la madrugada, el sábado y recién llegado de Onda me fui al cine con Sergi y Laura para descubrir la última peli de James Cameron en 3D. Que no se la pierda nadie, porque sorprende, gusta, cuenta, te hace disfrutar y emociona. No se puede pedir más...

El viernes noche fue noche de Cyrano. Tras pasar por el Osaka y el wasabi, nos apeamos en Ruzafa Tato, Gema, Hugo, Ángeles y servidor. Esperaban Rosa y Óscar. Y nos echamos unas risas y unas copas, mezclando las unas con las otras. A mí al final me dieron las cinco y pico de la madrugada. Frío absoluto. A las diez de la mañana sonó el despertador, me bajé a la calle, compré la prensa y me fui a casa de Rosa para irnos a Onda previo paso por casa de mis padres donde nos esperaba Edurne. En el coche me contó su experiencia con el rey mago... Finalmente, confirmado, no se enteró de que era yo el Melchor que le recogió la carta...

Comimos en familia y con exceso, o en exceso y con familia. Nos reímos lo nuestro y planeamos futuro inmediato que es lo que hacemos cada vez que nos juntamos. Fue una comida familiar en toda regla y donde Mercedes no nos dejó parar de comer en ningún momento, rematando con los postres. Espectaculares, por cierto, una vez más. Al pasar la tarde y caer la noche nos recogimos a Valencia. Mis padres me llevaron al Aqua y allí cené con David y Carol, Sergio y Laura. Antes me recorrí las tiendas y hablé con Moncho en el Zara Home. Después de la cena, que fue una pasada, nos fuimos al cine. A ver "Avatar".

La película, que intento no destriparos aunque me apetece tanto contarla, es un espectáculo increíble en toda regla, con argumento, historia, actores fantásticos y un mundo irreal y utópico bastante recomendable. No os la perdáis (en 3D). Por cierto, que estoy cumpliendo mi propósito de 2010 de cine: llevo ya dos pelis en diez días. No comentaré nada de "Spanish Movie"...

Salimos a las cuatro de la mañana, ya no pasé por Cyrano porque calculé que era demasiado tarde. Y me fui a dormir... El domingo me desperté y fui a comer a casa de José y María, con el pequeño Álvaro que ha crecido brutalmente en una semana apenas. Estaban Tato y Gemma, Hugo y Manolo, que acudió cuando ya comíamos. Una reunión de amigos en familia. Paellita de Jose, vinito Albariño de primera y brazo de gitano con café de albaricoque. Me fui a ensayar a la falla porque la presentación se acerca con el miedo escénico cogido de la mano, espero que lleguemos a tiempo pero ahora mismo tengo la sensación de que nos falta tiempo... ¡Dios, qué complicado el "choubísnes"... Me fui a casa. Ordenador. Vi "La Búsqueda" en la tele y a dormir... Comienza otra semana... Y aquí estamos, de lunes, en el despacho, y yo con mis avatares, como cada uno con los suyos.

viernes, 8 de enero de 2010

CON POCA LUZ



No soporto la condescendencia. No. Me parece casi más aberrante que la mentira. No soporto la mentira. No. Y vivo condenado por algunas cuantas, pero no las soporto. Los condescendientes y los mentirosos nacen de la misma madeja, del gusto por agradar siempre y a cualquier precio. Los que engañan renuncian a la verdad, y a ellos mismos. Y desde el primer momento se engañan a sí mismos... Lamentable, ¿no? El caso del condescendiente es más lamentable aún: miente por agradar, se rebaja, se retuerce, se enreda, se hace ovillo y hace reverencias para formar parte de un teatro, malo de solemnidad, que se ha creado a su alrededor.

No soporto al condescendiente y al mentiroso, que suelen ser el mismo. Cuando los rencores del alma nos rasgan por completo acaban dejando una herida profundamente llagada en el interior de cada uno de nosotros. La mentira suele ser vinagre y sal para mis heridas. La condescendencia, un desprecio mayor. Como un absurdo pisotón sobre la herida que ya sangra y cicatriza... Las dos virtudes (ironía) suelen andar de la mano por vidas ajenas, suelen entregarse a aquellos que inventaron sus vidas para huir de un dolor máximo: ser humanos. No todos estamos acostumbrados a este penar: ser persona. A mí me duele y me agrada. Ser persona. Porque nadie dijo que fuera fácil, pero es, al fin y al cabo. Que ya es suficiente.

Creo que aborrezco la mentira por bendición materna. Desde pequeños me enseñaron a ir con la verdad por delante. Suele acabar uno pareciendo - o siendo - pretencioso, altivo, altanero, prepotente... por no cogerse a la mentira. A menudo lo he pensado. Pero nunca nadie podrá nadie acusarme de haberle dicho una mentira. Si acaso, una piadosa, que es una manera de disfrazar la mentira cuando nos avergonzamos de usarla...

Mi vida hasta ahora ha sufrido el desgaste que llaga con las falsedades. Abrí una puerta y se escurrieron con el final del año y, ahora, intento que el bálsamo que llevo dentro cicatrice y me haga volar bien alto, con mi felicidad barata y mis caprichos de vosotros. Y nada más. Que no me vuelva a apretar el alma con un dolor nacido de una mentira, absoluta y barata. Rancia. Escarpada. Triste...

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Pensamientos para después de una mentira (o una condescendencia)

1) No me mientas nunca o avísame de que lo estás haciendo. Seremos más felices.
2) Nunca tengas la necesidad de crear aquello que no existe sino es para procurarte una felicidad mayor: soñar es económico, mentir suele salir caro.
3)No me mires con indiferencia, prefiero ser insignificante.
4) La condescendencia se la debe meter uno con-descendencia. Es decir, hacia abajo. Y cuando la tenga abajo, muy adentro...
5) Deberían bajar la luz y el gas y subir la mentira. Aún son demasiado baratas en nuestras vidas...


jueves, 7 de enero de 2010

PROPÓSITOS



Los propósitos de año nuevo son siempre una razón para mejorar en el camino de la vida. El otro día comentaba con Toñi que no hemos tenido tiempo de plantearnos cuáles son los de este 2010, porque el final de año se aceleró demasiado y nos sacó mucho camino. Así que ahora que nos lleva el año unos cuantos días de ventaja, intentaré, bajo la lluvia prever cuáles serán los del año...

1) Voy a ser mejor persona, más amigo y de mi familia.
2) Me voy a dedicar más tiempo. Especialmente al descanso...
3) Voy a sonreír cada mañana cuando me levante y a cantar un poco todos los días. Voy a alegrarme el alma.
4) Voy a pensar que todo será positivo para los míos y para mí. Y así tendremos una lluvida de felicidad que compartiremos.
5) Voy a buscar rincones nuevos.
6) Voy a vivir sin temores. Y voy a procurar que todos hagáis lo mismo.
7) Voy a ir más al cine. Y voy a comer más veces en casa.
8) Voy a seguir buscando las hojas perdidas con todos vosotros.
9) Voy a vivir con la verdad cogida de mi mano.
10) Voy a recuperar lo perdido y a luchar por completarme totalmente.

Mis propósitos, sin vosotros, no serán posibles. ¿Me prestáis un poco de ayuda?

miércoles, 6 de enero de 2010

LONDRES



El viaje a Londres (I).

Londres siempre es la ciudad de volver. Esta vez he vuelto y he tenido dos sensaciones: la de la comodidad de tu propia ciudad, es decir, reconocer las calles, los atajos, las estaciones, los tiempos, la vida de la calle... y descubrir. Creo que Londres es una ciudad donde siempre sigues descubriendo. Con Hugo emprendí mi quinta visita a la capital del Imperio y descubrí estos dos empujes que la hacen tan auténtica.

Cada viaje a Londres ha sido siempre una experiencia. Cada vez he viajado con un gente distinta y de todas aprendí y crecí, que es lo bello de viajar. ¿No? Descubrí la ciudad con Aurora, porque creo que la vida nos obligaba a que la descubriéramos juntos, a que tuviéramos un punto de inflexión en nuestro camino por el que se habían cruzado algunas pequeñas piedras. Londres fue una risa y una complicidad absoluta entonces y un resumen de Aurora: "Esta ciudad te pega tanto, Jaime". Y vaya que sí... No olvidaré nunca aquél viaje. Jamás...

Volví al tiempo con la gente del trabajo cuando mi vida allí era otra y nada nos hacía sospechar que acabaría siendo cómo es, un cambio radical en tantas cosas que mirar atrás asusta. Pese a todo ello, las fotos, que algunas veces he revisto y los recuerdos fantásticos con tantas risas... Con tantos y tan buenos recuerdos con Londres como escenario de fondo, que rememorarlo se antoja algo precioso.

Regresé con Ana, Alfredo y Manu ha correr la ciudad contrarreloj y a seguir viviéndola deprisa y con mucha intensidad. Con toda. Como cada experiencia compartida, otra más que sumar al carro de los perfectos sueños de los que nunca se despierta.

En febrero de este año me embarqué con mis padres para cumplir la ilusión de mi madre: conocer Londres. Y nada más llegar a Russell Square, entre la oscuridad absoluta que sólo tiene Londres, ella dijo: "Me quedaría aquí a vivir", sabiendo lo que es esa sensación porque yo la tengo cada vez que mis alas me acercan al Tamésis...

La última por el momento - y creo que tardaré un poco a regresar - con Hugo ha sido espectacular. Hemos pasado siete días y siete noches entre calles, metros, risas y conversaciones, como nos hemos pasado siempre la vida. Bajo un frío sofocante, con nuestras mochilas, hemos echado muchos kilómetros juntos, como toda nuestra existencia recargada de kilómetros... Pasamos bajo la nieve las campanadas y con el frío excitante del Tamésis, en silencio absoluto, sentimos que Londres se paralizó para nosotros... No hemos parado. Nada. Como es Londres. Y me ha encantado descubrir esos nuevos rincones que tenía escondidos de la mano de mi amigo. Las puertas abiertas, a nuestros pies la ciudad y la vida. Y el tiempo, que corría y pasa. Algo maravilloso, con tiempo para todo... Os iré contando...

martes, 5 de enero de 2010

REY POR UN DÍA



Necesito contarlo ahora cuando ha pasado hace apenas una hora. Ha sido espectacular, emotivo, precioso, único... Las cosas suceden cuando han de pasar. Y a mí me tocaba ser rey mago ahora. En un día que viene después de otros, en un tiempo que sigue a unos primeros, bajo la lluvia que protagoniza mi vida desde que mi vida empezó a ser ésta, de azul mi color favorito, como Melchor, mi rey de siempre, con Ángel, un amigo de toda la vida que es resumen de muchas cosas, con risas, las que me necesitaba,...

Es difícil explicaros la emoción a lomos del caballo recorriendo las calles por las que me muevo siempre. Extraño ser el protagonista principal y más público de una fiesta sin que nadie te vea la cara, bien maquillado, para pasar inadvertido. Es emotivo ver las caras de los niños - y sorprendentemente la de algunos mayores - al paso del rey mago que viene a traer magia en una noche tan especial... Mis noches son especiales desde hace tiempo, pero ésta ha sido un tesoro, un regalo, un momento vibrante y brillante, que no lo empañó ni la lluvia.

Me ha gustado ver a mi madre emocionada en la plaza con mi hermana ilusionada porque Edurne me viera. Me ha encantado la carita de Edurne, su sinceridad, su espontaneidad, su viveza... Me ha gustado que estuvieran María, Heba y Juanín con Álvaro y Noe (quien por primera vez me ha dado un beso), he echado en falta a Jose, mi hermano kármico, y a otra mucha gente... Ahora todo ya ha pasado, ahora se han acabado los focos, las fotos, la magia, la noche... ¡Pero ha sido tan hermoso ser rey por un día!

ILUSIÓN



Somos parte de la ilusión y con la ilusión crecemos.

Ayer, anoche, tras una reunión de urgencia volví a tener ilusión. Esperanza. Felicidad. Paz interna. He pasado una noche horrible, he dormido fatal, despertándome a cada momento, inquieto,... La noche ha pasado. El día: regreso al teléfono y al trabajo. Pero con una cita especial: esta tarde seré Melchor en la cabalgata real de Mislata. Y me hace ilusión. Por los niños, pero sobre todo por Edurne y Álvaro, que los esperan con muchas ganas...

La noche pasada no sé si pagué la tensión acumulada, el cansancio arrastrado del viaje o la ilusión de mi cita de hoy. Pero todo ha sido diferente cuando ha comenzado el día. Y llevo por delante un saco repleto de emociones y buenas vibraciones, de esperanzas y sueños. De ilusión, al fin y al cabo.

Os contaré cómo se nos da la jornada, con calma. Ahora apuro el cigarrillo y escribo veloz para irme a la cabalgata. Ayer, el sentido común imperó, por el bien de todos. Y me alegra tanto, tantísimo... Va a ser un año importante: lo presiento y me predispongo para que así sea.

Lo iremos viviendo juntos. Espero.

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Pensamientos para la previa a un año magnífico (y una noche mágica)

1. Con la palabra vencemos nuestros temores y nuestros rencores y se alegra el alma.
2. De ilusión, aunque os digan que no, también se vive.
3. No renunciéis nunca a vuestros sueños infantiles, sobre ellos nacieron nuestros presentes.
4. Mi ilusión será hoy un regalo para todos vosotros. Compartidla y disfrutadla. Es lo que más me puede gustar.

domingo, 3 de enero de 2010

EMPEZAR



Escribir hoy es como empezar de nuevo. Esa es la palabra mágica: empezar. Porque probablemente siempre es lo que más nos cuesta. A mí, sin embargo, sabéis que es lo que más me gusta: empezar. Promover cosas nuevas, diseñar proyectos nuevos, empezar de cero, subir, generar, crear,... Empezar, al fin y al cabo.

Acabamos de empezar el año. 2010: suena bonito, par, redondo... Creo que es más mágico de lo que me había podido plantear. Últimamente he tenido poco tiempo para plantearme este tipo de cosas que acaban surgiendo y dándole vueltas a la cabeza... Ahora me doy cuenta, escribiendo las primeras palabras del año nuevo que 2010 será un buen año.

Aún no he hecho mi lista de propósitos para el año que comienza. Mentalmente he diseñado algunas, pero no las he escrito, no las he planteado, no me las he tomado en serio. En breve me pondré a la faena, para cumplirlas a rajatabla. Por el momento, 2009 cerrado.

He empezado el año en Londres con Hugo. Recién llego. Las maletas aún están en el comedor por abrir, las fotos por descargar, a excepción de algunas que me he traído ya para escribiros esta noche antes de dejarme empujar por el cansancio. Nos ha ido genial, ha sido una buena experiencia compartida y un viaje con montón de momentos intensos y bellos, especiales y mágicos, de los que algunos os iré contando cuando recopile las fotos y deshaga las maletas...

La foto es de Stonehenge: de la edad de Bronce, la construcción megalítica y mágica. El comienzo de todo, cuando empezar es difícil, no se puede tener de mejor manera que regresando a 2.500 años antes de Cristo para poner a cero el cuentakilómetros y empezar. Empezar. El viaje ha sido un inicio, una vuelta, un regreso, un recuerdo continuo de cosas, de momentos, de personas... He dedicado muchos días a reírme con Hugo de nuestras cosas y mucho tiempo a ampliar nuestro saco de la felicidad bien conseguida. Y así, los dos, nos dedicamos a empezar.

Siempre es bueno empezar, aunque nos cueste. Empezar supone que algo nace. Empezar invita a crecer. A compartir. Empezar, con todas sus dificultades, nos invita a renacer de nosotros mismos y ser mejores... Y yo, he empezado. Con vosotros. ¿Os atrevéis a empezar?

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Pensamientos al empezar (para antes del sueño del cansancio)

1) Siempre hay motivos para empezar. Y hay que empezar siempre. La tristeza la viven aunque no lo sepan los que nunca empiezan...
2) Siempre hay lugares para la sonrisa. Sonreír nos ayuda a vivir con el alma en pie.
3) Siempre hay alguien a tu lado que te empuja a empezar. Es maravilloso tener a tantos brazos amigos con los que el comienzo sea menos duro.
4) En contra de lo que nos enseñaron nuestros padres: no hay que acabar todo lo que se empieza. Mi felicidad comenzó hace mucho y no tengo intención de ponerle cierre.
5) Me alegra tener a mi alrededor la grandeza de los amigos y familiares que me tocaron en suertes: soy un tipo afortunado, sin propósitos de año nuevo, pero muy afortunado.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...