martes, 30 de junio de 2009

DAME AIRE



Dame aire, abanico de verano, paz y sosiego... Dame aire por las noches que es cuando la angustia asfixia cubriendo la nuca en un baño de sudor, de intranquilo insomnio, de ojos despejados mirando al cielo, que es techo en la noche, y sólo techo.

Dame aire, dama de vientos, calor de verano, ventana abierta y ganas de respirar. Quiero coger aire. Aire fresco. Aire nuevo. Dame viento en la mañana cuando sale el sol y me ciega, de madrugada, con los cielos más bellos que pueda imaginar...

Dame tiempo en la tarde para que el reloj no surque mi memoria, para borrar el pasado que nunca quise y salir al balcón. Dame aire para volar de nuevo entre las montañas verdes de aquellos parajes que fueron mi morada...

Dame aire, abanico de vida. Paz en la tierra y amor en el cielo... Dame aire.

domingo, 28 de junio de 2009

LA FELICIDAD COMPARTIDA



Ayer fue el gran día. La boda de Aurora y Manolo, Manolo y Aurora. Supongo que escribiré más adelante sobre los tintes sentimentales que nos arrastraron a todos los bonitos momentos que compartimos con el recién llegado matrimonio, pero por el momento, como dijo Pablo, había que escribir la crónica.

Y la correlación de sucesos se resume en pocas palabras y muchos gestos: emocionada fiesta de amor. Emocionada, porque corrió a raudales la emoción como las lágrimas entre los presentes. Mamá desde la cuarta fila, los novios en primera, Kone muda en la paz de la emotividad, la madre del novio y el padre de la novia, muchos invitados,... Fiesta, porque lo celebramos como sabemos, por todo lo alto y hasta última hora de la noche y primeras de la mañana. Y de amor, porque fue lo que se regalaron sin excesos y con muchas miradas Aurora y Manolo, y porque nos lo dosificaron en pequeños regalos que quisieron, con besos y sonrisas, compartir con todos nosotros...





Para mí fue un momento también especial. Mi amiga de toda la vida dando uno de los pasos más importantes de su vida. Y acompañándoles, casi todos. Se echó en falta a los que no pudieron estar y festejamos el reencuentro con tanta gente que nos hemos venido queriendo toda la vida. Aída y Pablo llegaron de Brasil para regalarnos unas horas más de amistad, Dolo vino del pasado con Michel, Kone se acercó con Dani desde su vida catalana,... Y el resto, como siempre, todos juntos. Una fiesta en toda regla también para los amigos que compartimos un sábado especial, caluroso y muy emotivo. Tanto como emocionante.



Nos dimos a la fiesta demostrando como hemos crecido. Aurora y Manolo no pararon en toda la noche y pudimos, a su lado, emprender las primeras horas de su felicidad conjunta. Fue una fiesta en toda regla, bebimos, bailamos y, como no, acabamos cantando alrededor de la pareja. Se acabó la música, y a capela, unas "no me toques las palmas". De día, entre los albores de la mañana, regresamos a la fiesta del autobús, a la calle del hotel, al ascensor que no cesaba y a dormir...



Cumplimos con todas las expectativas y, sobre todo, con la ceremonia de acompañar a dos amigos, a los que se quiere tanto, en el día de su boda. Supongo, como decía, que escribiré más adelante qué difícil fue mantener la emoción en todo momento, lo guapa que estaba la novia, lo feliz que vi a Manolo, las lágrimas de su gente, la unión, la palabra, el aire que lo envolvía todo,... Recordaré las horas de ayer y los días del pasado, buscando el mañana que será más feliz si cabe.

¡Qué viva los novios! Felicidad absoluta. Felicidad compartida...

viernes, 26 de junio de 2009

HORAS PREVIAS DE AMOR PARA SIEMPRE



El beso. Aurora, mi amiga de toda la vida, mi hermana para toda la vida. Manolo, el novio, mi cuñado de ahora en adelante, mi amigo. Esta mañana han pasado por el altar civil de las bodas que oficio con cariño especial. Ha sido un momento divertido, entrañable, histórico en sus vidas... Y me siento felícisimo de haberlo podido compartir. Ahora, compartir será la tarea de ellos. De manera oficial, con un compromiso de amor para toda la vida. De felicidad, espero y les deseo. De amor, al fin y al cabo.

No sé explicar cómo ha sido compartir este momento con ellos. Y de manera muy especial, Manolo lo comprenderá, con Aurora. Hemos estado juntos toda la vida, al menos toda la vida que yo recuerdo, y seguiremos avanzando de la mano. Me ha gustado participar de su presente feliz y de su futuro, más próspero, si cabe todavía. Porque lo de hoy ha sido una demostración en toda regla de que quieren compartirse como se comparten los amantes cada noche y cada día.

Estoy feliz por ellos. Brindo por su amor y por su felicidad, que es un poco la de todos los que queremos a Aurora y a Martín. Nos quedará la boda mañana, la fiesta, la diversión, los recuerdos, las fotos, el cariño... Hoy eran las horas previas de amor para siempre.

¡Qué viva los novios!

Por la felicidad de mis amigos, brindo. Y soy feliz...

jueves, 25 de junio de 2009

NATURALIDAD ABSOLUTA



Me han regalado hoy esta foto. Soy yo, en el balcón, mirando el mundo a través de un objetivo. De una cámara de fotos. Desde pequeño me recuerdo así muchísimas veces. Y luego, en los viajes, en Lisboa, París, India, Praga, Londres, Cuba... Siempre mirando a través del pequeño recuadro para captar una imagen de lo que vivía y de lo que viviré: Nueva York, el regreso a la India, Vietnam, Argentina,... Siempre dejando entre cuatro esquinas la memoria hiriente...

Este regalo me ha gustado mucho, me ha sorprendido. En pijama, apoyado en la baranda y a la espera de capturar un instante. Y me gusta más aún porque es una foto robada, no esperada, no descubierta, a traición y por la espalda... Pero me gusta no por eso, porque esas son las cosas que no me gustan, si no porque me capta con ausencia total de preparativo, con naturalidad absoluta, como soy yo, yo que siempre ando buscando más sobre mí...

Me veo en la foto y me veo más joven de lo que recuerdo. Y la foto es de hace pocos días... Me veo feliz, contento, sonriente, sin verme la cara... Noto el brillo de mis ojos aferrados a lo que pasará, la mirada hacia abajo, el labio algo descolgado, la brisa que en la sombra reciben los pájaros libres... Me siento bien. Me gusta esta foto porque soy yo en estado puro, y en pijama. Me gusta esta foto porque me devuelve a mí mismo... ¿Alguna vez me habéis echado de menos? Yo sí...

miércoles, 24 de junio de 2009

A LA LLUM DE LES FOGUERES...

S'abaniquen les palmeres... Casi llevo una semana sin pasarme por el blog y es que no he parado nada... ¡Pero nada de nada! Tras la boda de Manolo y Marta (¡Festival!), me fui a Alicante con Toñi a pasar las hogueras de San Juan y a seguir festejando, como corresponde...

Nada más llegar, después del camino musical con muchas horas de sueño, acudimos a la Hoguera de las Monjas de la Santa Faz, que está hermanada con nuestra falla, y con los que comimos en una comida de auténtica hermandad... Veranito, calor a tope y gazpacho manchego con muchas risas. Estuvimos de repaso de las horas que llevábamos sin vernos, que tampoco eran muchas, pero aprovechamos para reírnos y rajar... ¡Lo que mejor se nos da!

Estuvimos con Anita, Laura, David, Sergio y Carol, que volvían esa misma tarde. Después de comer, heladito, paseo y café en La Rambla. Luego, regreso a la hoguera y al hotel, impresionante, con balcón de alcalde a la plaza... Más risas en la despedida.



Nos dimos un periplo por algunas de las hogueras de especial, un paseíto a la sombra de los calores alicantinos y cena posterior con Virginia, Anita, Consue y Amparo. Después, parranda. En Hernán Cortés donde me encontré con muchos amigos de Na Jordana y Javi Fernández, entre otros.

La hoguera era una pasada: un caballo de vareta obra de Manolo García con bajos de Algarra. Al lado, nuestra verbena favorita, como todos los años. Calor y hielo. Música y risas. Mosquitos, que no llegaron a picarme. Es un verano atípico: me pongo moreno, no me pican los mosquitos,... ¡Todo cambia, jejejé!



Estuvimos hasta las cinco de la mañana marcándonos unas risas. Acompañamos a Anita por las ramblas hasta que nos encontramos a Carletes. Charramos un rato y a dormir, que es lo suyo. Aunque no dormimos mucho.


A las ocho de la mañana me despierta el reloj del Ayuntamiento y vuelvo a dormir. Nos levantamos y nos vamos a desayunar, luego a la mascletà de Los Luceros y a comer, con Álex, Ángela, Dani y otros dos amigos suyos. Mucha calor, casi de "ponentà", en mitad de la calle. Arroz a banda y mucha agua. Mucha. Paseo de tarde tras instalarse en el hotel Álex y compañía que se vienen a ser vecinos nuestros, siesta y helado de mil sabores. Nos vamos a la Ofrenda...

Y me reencuentro con Lázaro tras su regreso de Brasil. Hablamos poco pero nos contamos muchas cosas. No para nada tampoco, así que aprovechamos los descansos para ponernos al día. Nos reímos muchísimo en la ofrenda, pero mucho mucho. Hasta que pasan Marta y la Corte, las vemos y nos vamos a cenar al Rincón huertano. Lázaro se une en los cafés y luego nos vamos a Hernán Cortes una noche más...

Lucía Andrés, Juanillo y Amparo del 48 se unen para darnos más fiesta. Nos vamos al cajero a seguir sacando dinero y regresamos para combinar las olores y las ganas de fiesta. Llegan Marta y el resto de la Corte: todos de fiesta. ¡Y a una! Nos vamos a la universitaria cuando cierran la verbena y como está cerrada nos vamos para el puerto. Mucha risa con Consue y con Albita. A las seis nos vamos para casa, que ya va siendo hora... La verdad es que, como esperariáis de mí, no paramos absolutamente nada...



A la mañana siguiente (pasado un rato), llegada de la corte a la plaza y saludo desde el balcón. Seguimos con la risa. Almorzamos en la terraza del Ayuntamiento y vamos recogiendo. Toca regresar... Aunque, como en aquella película, siempre nos quedará Alicante... ¡Un festival en toda regla! A la llum de les fogueres, s'abaniquen les palmeres... Habrá que repetir, ¿no?




sábado, 20 de junio de 2009

MI PRIMERA NOCHE

Anoche fue la primera con Luis y Jorge al frente del Cyrano. Ayer fue un momento emocionante, distinto, raro y ciertamente particular. Y la suerte fue que pude compartirlo con algunos cuantos amigos que quisieron acercarse al inicio de la aventura...



Estuvieron Juan Pedro, recién acabado de triunfar con su pregón de Moros y Cristianos y aún radiante de felicidad, Manolito (que me ha acompañado en la alegría de las últimas horas), Alberto (que está a la espera de lo suyo, que es un poco lo de todos nosotros), Alba - que aporta sonrisas a todos los momentos que compartimos - y Ángeles, que está siempre y para siempre. Y siempre al lado.

Nos echamos unas cuantas risas a cuenta de las barbaridades que se nos iban ocurriendo. Mauricio Colmenero también estuvo un rato, para echarnos más risas. Lo pasamos bien y me vino genial verles por allí, aunque no estuviera con ellos toda la noche.



Entretuve las horas de la madrugada con otros amigos. Merche y Carol, posando como siempre, sin perder la sonrisa. Y cantando cada vez que se nos acababa la música. Pasamos de Fangoria a un grupo nuevo que Merche me ha de pasar, y Alejandro Sanz, y otros, por no parar, que no paramos nada...

Nos fuimos a cenar a La Lobera y luego nos quedamos en Cyrano toda la vida, que fue hasta esta mañana. Salimos por la puerta con el sol, Brillante, caminito de la Gran Vía con espectáculo incluído en el taxi a cargo de María y Merche.



María es un desparpajo de mujer. Divertida, original, teatrera... Con la vis cómica que muy pocas mujeres tienen, pero la mayoría de las que conmigo conviven. Un acierto de muchacha con risas a cuestas a cada hora. A cada minuto.




Allí nos pasamos la noche, que es un poco ahora, debo suponer, como pasarla en casa. Estuvo en todo momento Luis, el socio. Jamás pensé que este momento del que tantas veces habíamos hablado llegaría a ser realidad. Pero lo es. Supongo que a partir de hoy será cuando toque creérselo, que no será fácil tampoco. Pero creo que me gustan las cosas complicadas... ¿No? ¡Jejeje! Lo dicho. Que gracias a Luis por la complicidad. Y a todos mis amigos de anoche, por haber estado conmigo en mi primera noche, gracias por las risas y por ayudar con el primer empujón que siempre me hace falta...

viernes, 19 de junio de 2009

CYRANO (DE BERGERAC)



Pues ya está la nueva buena. Desde hoy tengo un pub en Valencia (Pintor Salvador Abril, 10) bajo el techo y nombre de Cyrano. El proyecto nuevo... A lo largo del día el teléfono no para. Muchos de vosotros me apoyáis, me empujáis, me abrazáis,... Muchos me decís que me irá bien. Eso espero. En eso confíamos. Con eso sueño. Otros, que estoy loco. ¡Bienaventurados sean los locos porque de ellos es la verdad! Un proyecto más que envía mi vida hacia otro sitio y creo, como siempre, que un proyecto que me motiva, me ilusiona, me asusta ("acojona" decía esta mañana) y me invita a haceros partícipes.

Es mi suerte la que hoy comienza. Y sé que vosotros querréis compartirla conmigo, así que bienvenidos a mi nueva aventura... ¡Cómo es esto! Madre... Estoy atacado. Ya me conocéis. ¡Cómo impresiona el riesgo! Como empuja a seguir adelante, sin conocer las sendas que se abrirán de ahora a mañana... ¡Ay, el futuro!

Estoy contento (tanto como asustado), algo aturdido. Sorprendido de mí mismo. Alegre de mí mismo, de mis riesgos, de mis sueños... Sigo en la vida apostando por soñar despierto, no sé cómo puede ser el batacazo si lo hay, pero espero que no duela. Desde ahora, con mis nervios al borde de un ataque, empieza otra labor para la que seguir apostando, viviendo y soñando...

Soy feliz. De verdad. Gracias por estar al lado siempre para empujarme. Gracias por hacerme sentir especial cada vez que quiero ser especial con vosotros... Hoy, monsieur Cyrano, desenfundó su pluma y comenzó a escribir los versos soñados que riman en consonante, que son de arte mayor...

Desde hoy, mis noches son vuestras y de Cyrano. Gracias, como siempre, una vez más. Os iré contando...



VIVA LA VIDA




¿Cuántas veces os he contado que mi vida viene marcada por canciones? Recuerdo la serie aquella de un individuo que veía su vida con fragmentos de series de televisión. La mía pasa por canciones... Hoy, nubladísima la mañana, corta la noche en la que he dormido poco más de cuatro horas, me he puesto el MP4 al salir a la calle, bajando las escaleras, más concretamente... Ha saltado una canción de repente, que me gusta mucho: Viva la Vida, de Coldplay. Y bajo el cielo nublado, me salta una sonrisa de ver lo puto que es el destino que cuando más me podía venir abajo, salta una canción y me levanta la mañana...

Estoy a punto de vivir algo importante en mi vida. Muy cercano. Últimamente, cada vez que pasa algo que me toca por dentro, muere alguien importante, alguien en quien me gustaría reflejarme... Me ocurrió con Benedetti y hoy, que se va Vicente Ferrer (el de la India... ¡Mi India! Que hoy estará de luto como toda su historia...). Estoy a punto, a una hora o menos de que empiecen a pasarme cosas nuevas. Los cambios, siempre provocan miedos, temores, nervios... Los tengo en mi estómago, agarrados a mí... Me quedo relajado al escribir en el ordenador...

Empieza el programa de radio de Ángeles: "Hay días que son una mierda", dice al otro lado del micrófono. No. ¡Viva la vida! Comienza la sección de Iván, y de nuevo, la canción de Coldplay...

Hay días que te marcan muchas cosas. Hoy me lo quedo ya para mi agenda de vida... Por lo que vaya siendo...

miércoles, 17 de junio de 2009

A RATOS



¡Cómo caía el calor sobre Jaipur! Qué lejos nos quedaban los días de Delhi buscando la agencia de viajes, enterrada en el World Trade Center, contratando las últimas jornadas. La humedad, ¿cómo era? Recuerdas que sofocante la angustia sobre los hombros... ¿Recuerdas los niños arremolinarse junto al taxi? Recuerdo sus sucias manos extendidas buscando la primera limosna del día... Y la tupida vegetación alrededor, la húmeda sensación de la pobreza más triste. El calor absoluto de la no vida...

Esta mañana he estado en el trabajo, a tope, sin parar, con cierto hastío, todo sea dicho de paso. Luego a la tele, grabo y sigo. Empiezo a visionar vídeos de todos los programas de la temporada. ¡Hemos hecho tantas cosas! Parece que el tiempo borra demasiado rápido algunos de los mejores momentos... Al final, ahora que espero para entrar al directo, reviso entre mis carpetas de recuerdos las fotos y me encuentro ésta de Lázaro, "Taxifante con Chaumen y Navas". Y me recuerda tantas cosas... Esta mañana Agnés vino a pedirme consejo para un viaje. Luego me preguntó si viajaba en verano como el año pasado. Le digo que no. Sinceramente, creo que no podría irme de vacaciones este año como al Tíbet y a la India. No podría. No puedo. Sigo viviendo pegado a los recuerdos y de vez en cuando reviso el álbum de Hofmann y veo lo que aún me debo... Calor. Calor total.

Recuerdo el vaivén sobre los lomos de la elefanta. La cuesta empinada repoblada de improvisados fotógrafos, los sueños de entonces, las realidades de hoy en día... El regateo de una camiseta bajando el camino, el agua estancada que huele a putrefacción, mis días de ayer y las ansias de un mañana...

A veces, recuerdo de mí y me alegro. A días, a ratos, en sueños...

martes, 16 de junio de 2009

CIELO DE SEIS



Es lo más parecido que recuerdo al cielo de esta mañana... A las seis, tumbado en la cama, el cielo, ante mí como una pantalla de cine. Un auténtico espectáculo. El cielo totalmente celeste, más que nunca, a primera hora del día... Las nubes de un magenta de ensueño, una locura irracional para los sentidos. A las seis de la mañana, bajo mi persiana, en mi ventana, una estampa increíblemente bella...

Hacía tiempo que no veía un cielo así. Dudo mucho que nadie lo haya visto desde hace mucho. Era impresionante, de verdad. Increíble. Como si no hubiera despertado y mi sueño intentase imaginar el cielo más bello que nunca se hubiera visto. Era un ensueño, algo mágico, irreal. Un regalo, el mejor regalo para empezar el día...

Me he quedado, con la nuca sudada, notando la brisa que se dejó el rocío, un buen rato mirando al cielo. Encantado por aquella sensación, enamorado de lo que veía por allí, de lo que intuía, de lo que me mostraba... He sido testigo, no sé si alguien más lo ha disfrutado, del cielo más bello con el que me pudiera despertar... No hay razón lógica que albergue los colores que me despertaron esta mañana... Y lo demás, como un sueño. Las nubes, el reflejo del primer sol, el intenso azul de un cielo que se sabe ya de día... Un tesoro de belleza que descubrí a las seis. Una suerte. La mía.

domingo, 14 de junio de 2009

DESPIDIENDO A MARTÍN

Yo hubo un momento que pensé que no llegaríamos a la despedida de Martín. Poco a poco, toda la gente que tenía que estar se había ido descolgando por una u otras razones. Al final, Tato y yo fuimos la representación sarrionense en al fiesta. Y como podéis imaginar, cumplimos con las espectativas...

Martín se casa con Aurora el próximo 27. La verdad es que aunque no sea muy consciente de ello todavía, va a ser uno de los momentos más bonitos que pueda vivir. Y lo de ayer, fue una fiesta en toda condición, tal y como se esperaba.

Primero fuimos a Albuixech, a tomar unos santitos con Gemma. Nos cogimos el tren por la tarde y llegamos a Alquerias cerca de las nueve. Martín y Chimo nos recogieron y nos fuimos a Vilarreal, donde siempre he ido por motivos de fiestas... Así que se convierte en uno de mis pueblos favoritos, porque además voy bastante... Jejeje!

Cenamos todos con la compañía de la Chica Caramelo, una drag atrevida y cabaretera que nos hizo pasar una noche divertídisima. Poco a poco se fue animando la cena, que ya empezó con fuerzas desde el primer minuto. Striptease y café largo. Copa de pacharán. Y con el autobús a Evento a seguir marcando nível...



Nos paramos unos cubatas en el área de servicio y seguimos el camino. Todos de risas en el autobús. Estuve un rato hablando con Chimo, que empieza a ser padre. Y enseguida, ganas por llegar y bajarnos del viaje. Apearnos de fiesta, que es para lo que estábamos...



Me ha gustado encontrarme con gente que hacía tiempo que no veía. Ebrí, Héctor, Germán, Juanfrán, Juan,... Hablo por teléfono con Pascual y Marta y nos prometemos quedar pronto, echándonos todos de menos.

Entramos en Evento y desparrame total. La música suena a tope mientras las despedidas ocupan todos los podios. Nos largamos a la zona de fiesta, hasta que la cierran. Y cumplimos con todas las espectativas. ¡Cómo corresponde!



La fiesta ha acabado de mañana. Nos fuimos a Villarreal de nuevo, a almorzar. Y en el tren, regresamos a la ciudad del calor. A las once y media de la mañana he llegado a casa. He cerrado la persiana, la he bajado, he cerrado los ojos... Y a descansar que era lo que tocaba ahora.



Martín se lo pasó en grande, que es de lo que se trataba. Y todos nosotros con él. Lo suyo fue una fiesta en toda regla, una despedida de soltero de primera y una excusa para seguir pasándolo bien y entre amigos. Mucho más y mucho mejor de lo que hubiéramos podido imaginar... Ahora ya todo, caminito de la boda, que es lo que nos queda por delante. No habrá excusa para no volver a montar otra de las nuestras, pero ayer, despidiendo a Martín se nos fue la noche entre palmas...

sábado, 13 de junio de 2009

UN CANTAZO DE NOCHE

Pues me olvidé de mis cosas, por un rato. Lo cual siempre se agradece. A eso de la medianoche me planté en casa de Angelita, con los Pons y Alberto, Mara y Bernardo y don Manuel. Quedamos con la intención de estrenar los singstar que le regalaron a la amiga por su cumpleaños. Y no los estrenamos: los abrimos, los cantamos y los recantamos...



Nos pusimos con demasiadas canciones. Todos los géneros, todos los palos que dicen los cantantes. Y algunos duelos (duetos) en la cumbre. Repasamos a la Jurado, repetimos a la San Basilio, nos lanzamos con Rosendo y perpetuamos a Sabina. Lo intentamos con ABBA y lo conseguimos con la Pantoja... Y todo el rato, copas y risas. Los vecinos no llamaron a la puerta ni a la policía. Y motivos no les faltaron, porque la madrugada se nos rompió hasta las cinco de la mañana en un conciertazo de horas en el que no paramos de reírnos y de tirar cosas...



La corteza del limón se fue oscureciendo, el hielo se deshizo varias veces. Agotamos el ron de caña y la cocacola. Y seguimos toda la noche (¡qué cantazo!) dándole al cante y a la copla, al carro del Escobar y a los Priatas, a Britney Spears (Manolito, qué callado te lo tenías...). Nos repartimos los besos del Canto del Loco y seguimos...



Lo dicho. Que no paramos nada, y a mí me vino genial para parar de otras cosas. Vergüenza ajena por la calle Cádiz entrada la mañana... Llegue a casa y empezaba a clarear. Cerré la puerta de la habitación, yo que siempre duermo con las puertas abiertas. Bajé la persiana. Y me lancé a dormir, para despertar hoy con mis cosas... Aún no he cantado en lo que llevo de día. Afonía pura y dura. Y un sábado por delante...

viernes, 12 de junio de 2009

TALENTOS DEL VIERNES TARDE



Hace calor. En casa, 35 grados. El sol luce en la calle y yo sudo mientras. Me organizo el fin de semana con cien mil cosas que hacer... Debería ponerme a escribir ya. Esta mañana ha pasado rápida. No me encontraba bien. La semana ha sido intensa. La sensación de nervios en el estómago regreso otra vez. Necesito parar. Resetear y comenzar de nuevo. Tengo en los últimos días esa sensación. Alguien comentaba ayer que cuando sabemos que las vacaciones están cerca, las ganas de que lleguen son mayores aún.

Yo he ido cargando las últimas sesiones y ahora tan sólo ansio un poco de espacio libre en este disco duro de mi vida. He ido a comer a casa de mis padres por sorpresa. Hacía mucho que no iba a verles. La marcha diaria y las preocupaciones me habían apartado de mi vida familiar. Y hoy, casi sin pensarlo, cogí el autobús a primera hora de la tarde y me he plantado en casa. He visto que mis padres se ponían contentos. Debería obligarme en la agenda a reservar un día al menos para comer con ellos y con Rosa.

Me llega un sms desde Brasil. He visto también a Edurne, que está más mayor que nunca. Me río mucho con ella y con sus invenciones, con sus cosas. De vez en cuando pienso en ella e intento recordarme a mí mismo de pequeño, y recuerdo cien mil historias de aquellos días de primeros colegios... Hemos estado poco rato juntos, pero el necesario para descubrir una vez más en ella, la felicidad que nos aporta siempre la ingenuidad. El calor sigue con toda su fuerza... No sé si tumbarme un rato, pasarme por la ducha, escribir... Sigo mentalmente apuntando todos los detalles del próximo fin de semana, intentando organizarme una vez más... Debería parar un poco. Resetear y empezar de cero, aunque no siempre es fácil...

Hace calor. 34,9 grados. Debe ser que el sol, que ahora lo acaricia todo en la playa, empieza ya a bajar... El sol, que cada día se esconde y empieza siempre con fuerza al día siguiente.

EN EL CALOR DE LA NOCHE



Cruzaba el taxi la ciudad en las primeras de la madrugada. En la radio, Petula Clark entonaba el "Downtown". El cielo se cubría de un manto blanco en el que retumbaba la luz de las calles y de los coches y devolvía un aspecto blanquecino a la noche. Hacía calor. Y en el calor de la noche, el coche bailaba con los otros coches que marchaban en la misma dirección... Hacía poco tiempo había dejado los restos del tepanyaki sobre el plato blanco y cuadrado del restaurante japonés. El sabor del wasabi todavía se mantenía en el paladar. La garganta reseca, apuraba las horas para buscar un vaso de agua. Y todo circulaba velozmente alrededor. El semáforo en rojo les obligó a detenerse. "Le importa si fumo", preguntó el taxista mirando por el retrovisor. "No", contestó ella. Miró sus manos y encendió su MP para escuchar un tema de Supremes... Hacía mucha calor. Ella andaba con su mente en otras cosas, mirando los últimos pisos de cada finca, mientras escuchaba la canción. Algunos áticos aún mantenían las luces encendidas. Un camión de la limpieza convirtió la carretera en un riachuelo de agua que arrastraba el día, madrugada arriba. "Le importa si fumo", preguntó ella. "No" contestó ella. No le escuchó la voz. Tan sólo leyó los labios en el espejo. Y al verlo, se preocupó por su apariencia. Abrió el bolso, alcanzó un pintalabios y se perfiló de carmín. El coche volvió a detenerse. "¿Por qué llora?", le preguntó el taxista. Pero esta vez ella no miraba y no pudo adivinar la pregunta del taxista. "Le importa si bajo la ventana, hace un calor asfixiante", preguntó ella. "No, no me importa" leyó en los labios del taxista. La ciudad fue pasando ante sus ojos mientras ella pensaba en otras cosas. El taxi se detuvo. "Son 5,50. Tengo que cobrarle seis, es el servicio mínimo.". Sacó la billetera, pagó con seis monedas y salió del coche. Cuando el taxi se fue, puso otra canción. Sacó un pañuelo del bolso, se secó los ojos y camino por la oscura calle acompañada del calor de la noche...

jueves, 11 de junio de 2009

BROTES



Mi hierbabuena se ha secado. Hace demasiado sol y yo pongo poca agua. El calor lo mata todo, y sin darme cuenta, me he clavado en Junio. Hoy Lázaro me enviaba calor desde Brasil. En el despacho, la tarde se ha cubierto de más calor. Así que, en los cinco minutos que pasé por casa, antes de volver a la tele, he cubierto la tierra seca con un poco de vida. El jazmín sobrevive a todo: no da flores, no da olor, pero sobrevive... Echando agua brotará de nuevo la hierbabuena. Ese es mi plan para las próximas horas. Dar vida.

Y para mí, una receta similar. He notado como después del ahogo sofocante de mayo, junio me invita a regar los brotes. Y en ello estoy. Haciendo crecer mi alegría con golpes de agua. Y sale de nuevo el verde, y crecen los tallos y se abren las hojas. Brotes. Brotes de vida que surgen con fuerza y con ganas de alcanzar el cielo. He vuelto a coger aire. Respiro ya mejor. Y el calor me acompaña en la misma medida que a todos. De vez en cuando sofoco con una ducha el calor de verano que nos alcanza. Sin darme cuenta me he plantado en junio. Mis raíces se han quedado enganchadas, las noto ahora más duras y firmes. Pero hay que ir regando cada día para que los tallos no decaigan y las hojas sean más vigorosas...

Siento los brotes de hierbabuena disparar su olor en la madrugada. Siento la necesidad de apostar por ellos, de hacerlos vigorosos y fortalecer su crecimiento, como el mío. Aunque el calor siempre sea una amenaza, agua y más agua. Haciendo brotar la vida...

martes, 9 de junio de 2009

BRASIL AL FONDO



El domingo, en el colegio electoral, Lázaro me mandó un sms desde Brasil. Está allí desde el día de la catástrofe del Air France. Me alegró mucho, en mitad del domingo, notar el sonido de mi móvil y leer aquél bonito mensaje. Me alegró disfrutar de Brasil con él en la distancia aunque fuera por unos segundos. Y saber que está bien, que todo le va bien. Que descansa con sus lógicas preocupaciones en aquellas tierras...

Fue inevitable pensar en nuestro viaje a la India. En como estos días hace un año prepárabamos la aventura más grande que hayamos tenido. Como nos emocionaba la idea de volar a Leh, de pasar por el Taj (a mí, a ti siempre te sobraba la revisita), de soñar con las noches de calor en los mercados de Jaipur...

Y de repente, en mitad de todo, de mis días de sombra, tu mensaje: "Chaumen! ¿Cómo estás? ¿Cómo te va tío?"... Al día siguiente me llegó tu foto, con tu caipirinha, con tu sonrisa, tu felicidad... Y fui feliz contigo, en la distancia. Como el bolero. Te eché de menos, me alegré de saber que estás a mi lado, de que eres mi amigo, de que podía haber estado contigo allí y aunque no lo estoy, la foto, tu alegría en aquella playa, tus comentarios de la isla, me recordaron cómo el año pasado desde España la gente nos seguía por los caminos de la seda.

Y yo, ahora, desde la lejanía, me he sentido en esa playa de Brasil, brindando con nuestras caipirinhas, luciendo calor a raudales y descubriendo cada grano de arena. Me encanta saber que estáis bien, que descansáis, que sois felices,... Eso siempre se agradece. Como yo agradezco vuestra amistad y el que me hayáis hecho feliz con un sms y una foto. Es mucho en estos días de calor.

Disfrutad. Que se os haga largo el día... Me recuerdo ahora sentado en Jaipur, en aquel lugar infame, frente al ordenador, escribiendo las hojas perdidas de hace un año... Por un momento, creo estar escribiendo desde Fernando de Noronha, y este calor, más tropical, también me gusta. Descubre cada rincón porque luego tendrás que mostrármelos... Seguiremos viajando juntos por la vida, con Brasil al fondo. Gracias por todo.

sábado, 6 de junio de 2009

JORNADA DE REFLEXION



Hoy es día de reflexión. Mañana elecciones europeas. Pero para mí, últimamente, todos los días son jornada de reflexión. Pienso mucho. Y me apetece descansar. Me gustaría relajarme, dejar que mi cabeza parara algo porque me siento embotado como un ordenador cargado de datos al que le cuesta procesar y acaba por colgarse... Las mañanas son el momento más complicado, porque nada más despertarme, empiezo a pensar en unas cosas y en otras. Debe ser que me siento saturado, porque no para. Es como si tuviera siempre la cabeza ocupada y preocupada, sobre todo, preocupada.

Me gustaría volver a aquellos días en los que mi trabajo me obligaba a descansar cada vez que no estaba en activo. Pero no. Ahora, cuando no estoy entretenido con algo, no paro de girar en torno a cien mil historias,... Eso no es malo. Lo de pensar digo. Pero sentirme preocupado continuamente me quita demasiada energía. Y no me deja descansar en condiciones. ¿Cuál es la solución? No lo sé. Sospecho que tiempo. Pero el tiempo pasa demasiado lento cuando queremos que se fugue y demasiado rápido cuando nos gustaría detenerlo.

No me puedo quejar. Paso las horas con gente que me hace disfrutar de saber la suerte con que cuento de tenerles a mi lado. Pero la sensación de estar siempre a la espera, de no sé qué, me angustia. Esa es la palabra: angustia. Me ha venido a la cabeza en las últimas semanas pero nunca la había dejado por escrito. No sé por qué esta sensación, pero como todo en mi vida, sospecho, tendrá alguna lógica... Una lógica para la que espero que pase el tiempo y ponga cada cosa en su sitio. Hoy, por lo pronto, otra jornada de reflexión...

jueves, 4 de junio de 2009

ABIERTO POR VACACIONES



Os lo contaba ayer. El día de hoy ha sido de respiro (total) de muchas cosas, aunque uno no llega nunca a descongestionar... A veces cuando te libras de la vida normal para descansar acabas dedicando el tiempo de ocio a pensar en aquello de lo que pretendes salvarte. Las primeras horas del día seguía en el despacho. Seguía con el run-rún diario y la agenda mental de organización. Pero el mar siempre le salva a uno. Los barcos, que pasan y se van, los que se bañan, los que pasean por la orilla, los que hablan, los que se quedan en silencio, los que miran alrededor... Recuerdo mi infancia paseando por el Saler con mi madre. De pequeño andaba mucho a orillas de mi Mediterráneo chafando el agua dura y húmeda donde acaban las playas y empieza el mar. Hoy no he paseado. Pero quieto, tumbado, entreviendo imaginada Ibiza al final del mar, he paseado por mí mismo y mucho. Un acierto. Aire fresco, sonido a mar y brisa de la playa. No me ha llegado la botella con su tapón de corcho, igual la han tirado, pero no he mirado a ver si la encontraba... Las cosas como son.

He regresado a casa, me he duchado para quitarme la arena que siempre se coge a la piel para rebozarte y me he ido a comer a un japonés... Risas y tepanyaki, wasabi y ensalada de pepino, palillos y ternera, langostinos con sal y pimienta, pulpo agridulce... Mi día de vacaciones ha sido un menú de optimismo y de las cosas que me gustan. Con freno, para poder paladearlas... Y he disfrutado. Más todavía.



Al salir del restaurante me he ido a ver "Slumdog Millionaire". Otra vez la India. Otra vez los recuerdos de aquella aventura que me sigue y perseguirá siempre. He reconocido los escenarios, sus gentes, las situaciones, los niños mendigos, el calor de aquella tierra, la humedad agarrada al corazón... ¡Fantástico! Si no la habéis visto todavía, no os la perdáis. Toca. Llega. Rasca. Emociona. Un acierto...

Al final del día he vuelto a la agenda. Y luego un trina de limón en la cafetería y algo de conversación, que siempre viene bien... No me he apuntado a una cena y copeteo que me ha salido para la última hora del día. El cuerpo me ha pedido volver a casa bajo la tormenta de verano, con sus truenos y gotas gordas que lo arrasan todo... Mañana seguro que sale el sol. Y yo, a vivir, rojo cangrejo, los paseos por la vereda... Como cuando andaba, con mi madre, a la orillita del mar...

miércoles, 3 de junio de 2009

LAS HORAS



Casi nunca llevo reloj. No por nada, no me asusta el paso del tiempo. No en exceso. No suelo llevarlo porque me olvido de ponerlo. Así que los relojes, que tengo varios, siempre andan con sus saetas haciendo el camino por cajones, en la mesita, sobre el baño, en la cocina, junto a la ducha,... ¡Donde lo dejara! Quizá, si llevara el reloj colgado en la muñeca, sería más capaz de controlar mis horas... Hoy no las he tenido. Los miércoles con el Ayuntamiento y el programa de la tele no suele haber para mucho. He estado esta mañana en el despacho y a las doce me he ido a grabar. He comido con Leo e Isabel, con Laura y Miriam, y otro chico del que no sé el nombre, aunque tendré que preguntarlo... Maquillaje y a grabar. Nos ha quedado un buen programa.

He vuelto al Ayuntamiento para montar un video que necesitamos para el viernes y seguir maquetando la revista que toca sacar pronto. He perdido velocidad al maquetar, aquello que antes hacía tan rápido, ahora me parece algo enfarragoso y menos divertido. A las ocho me he vuelto a la tele para seguir con el programa. He mirado correos, he revisado lo grabado, he ultimado los temas y a las nueve y media, salimos de nuevo con el directo. La tele me da aire. Me da vida...

Mañana he decidido dejar el reloj en casa. Mañana voy a parar las horas. Voy a descansar. A parar. A comprobar si soy capaz de parar y coger aire, y volver a reiniciar la marcha... Al final, sin tiempo de viajes, me voy a dar un día de vacaciones para coger aire, porque me hace mucha falta. ¡Pero mucha!

Al acabar de comer he leído el azucarillo con el firme convencimiento de que el mensaje que trajera sería vital para mí... De vez en cuando me concedo esos caprichos. Es como contar las cifras de las matrículas o buscar señales de nosequé por la calle... Caprichos. La frase era de Samuel Beckett: "Da igual, prueba otra vez, fracasa otra vez, fracasa mejor...".

Últimamente pruebo en cucharadas la sensación del fracaso. Me empeño en salir hacia adelante y tengo tantas ganas de conseguirlo que caigo en la decepción de pensar que no lo alcanzo... Lucho por mejorarlo y creo que lo empeoro. Y eso atormenta más todavía. Eso y el aluvión de todo lo que en las últimas horas pasa por mi cabeza...

Por eso, mañana, me voy al mar. A contar olas. A contarle al horizonte lo que pasa por mi cabeza, para ver si me devuelve respuestas en una botella con tapón de corcho. Me cojo unas horas para descansar de todo. A ver si me llega el aire y respiro como siempre he respirado yo. Quizá, si me burlase más del fracaso, como Beckett, cogería aire antes. Pero tengo la sensación de que esta vez me juego mucho y no me apetece fracasar mejor de lo que ya he fracasado...

martes, 2 de junio de 2009

SI EN MAYO NO VES LODO, DÁLO POR PERDIDO TODO

Mayo ha sido una travesía. Dura, desde luego, un camino abrupto en mitad del mar tranquilo que era esta vida mía de no parar nada... Dicen que lo que no mata ayuda a crecer. Yo sospecho que a la larga, seré capaz de leer estas hojas perdidas desde la distancia y sabiendo, a ciencia cierta, que estirón es el que ha pegado mi alma. Por lo pronto, un maremagnum de sensaciones. Yo, que siento en demasía, he vivido pegado a mí, día y noches, de insomnio y mal sueño, de nervios poco disimulados, de querer saltar hacia arriba y tocar el cielo...

Empezamos el mes con la fiesta del Gremio, una fiesta en toda regla que se ha convertido ya en una cita fija con el calendario. Hicimos pandi, como solemos hacer siempre, y acabamos juntos pegados a la barra repartiéndonos las risas de una comida muy larga que acabó de madrugada. Luis me llevó a casa y me comentó cosas que pasan por mi futuro más cercano. Hablamos y me fui a dormir. De aquellos últimos días en que dormía como siempre...



Los amigos han sido mi pieza fundamental en este trasiego. Con Carlos, Ana, Sergi y Laura nos dimos un homenaje en condiciones en asas de arroz negro y vino blanco. Paseamos luego bajo el sol que ha lucido en un mayo muy seco. Y nos dedicamos a hablar, que es lo nuestro. Mabel ha estado ahí para unas conversaciones, Cris para otras, Angelita para casi todas... Y así, con todos los demás: bravitas y Carol (¡Ánimo guapa!), Toñi y Sofi, José Manuel y Ana,... Otros por teléfono, como Aurora, que apura el tiempo. Con Lázaro. Con todos... Y perdón si me dejo a alguien el tintero...



Las tardes se fueron en el trabajo y en horas de risas. Las noches, entre el insomnio y la vida social, en tragos cortos como los del Gibson y en otros más largos con Monsieur de Bergerac y sus amigos de la noche. Me descubrí volando por la noche huyendo de las mañanas, hasta que hablé para intentar solucionar las cosas que más me han preocupado en los últimos días...




Se fue Benedetti, uruguayo del corazón, de versos largos y palabras amables. Pongo estos seis versos en mi botella al mar con el secreto designio de que algún día llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destape y en lugar de versos extraiga piedritas y socorros y alertas y caracoles...

El día que el se marchó yo tuve una mañana especial. Distinta. Difícil, que abrió mi caja de truenos, Pandora del presente y del futuro... Me queda mirar hacia adelante, con lo que pesa el pasado que se ha enganchado a mi estómago y a mi pecho. He notado cada latido del corazón asido a mi cuello, dolor y silencio. Al final llegaron las palabras, que nos han abierto puertas nuevas con el miedo de que se cierren de nuevo. Los temores personales no dejan de ser míos, una propiedad de la que quiero desprenderme, pero estamos en tiempo de crisis y no encuentro a quien venderle mis ahogos...


Entre las alegrías, que hemos vuelto a escribir, pegados al ordenador de Angelita, mirando a ver qué es lo que pasará mañana. Nos hemos frenado y debemos reemprender la marcha pronto para que no nos pillen con la mantilla sin poner. De momento, el calor, sofocante que anuncia veranos, se ha encargado de acompañarme sin comprender los delitos que mi cabeza ingenia. Será cuestión de tiempo, que aletargados bajo el calor de un tejado de Ruzafa, volvamos a la carga de escribir el negro sobre el blanco y dejemos abiertas las manos a las nuevas palabras que nos regalará ese destino para el que ya he comprado billetes...



Para donde no compre billetería fue para viajar, cuando era lo que más me apetecía. En los últimos diez días no tengo mayor voluntad que salir volando hacia cualquier rincón del mundo y encontrarme con aquellos souvenirs que nos regala la tranquilidad. Pero no puedo. Entre los actos, los compromisos, los miedos y mi cuenta corriente, salir de aquí para irme allí se ha quedado en un sueño sin cumplir... Como otros tantos.



El sueño que seguí cumpliendo fue el de vivir rodeado de mi gente. Y entre todos, una cumpleañera especial que nos hizo vivir una noche genial a todos los amigos que invitó a su fiesta de postín. A veces, en la vida, somos conscientes de las cosas que tenemos cuando las hemos perdido. Yo, con ella, siento la suerte a cada momento de que un día Ana Diosdado nos presentara y nos dijera que teníamos toda la vida para pasear... Aún no me he cansado de andar, ni creo que me canse...
Mayo ha sido un mes florido en el que han ido naciendo muchas cosas sin agua casi. Habrá que ir regando cada cierto tiempo para que haya cosecha... ¡Qué distinto ha sido este mes! ¡Qué complicado por momentos! Y que buenos ratos me ha regalado, aunque la sombra de las noches insomnes me haya dejado tan pocos sabores...

lunes, 1 de junio de 2009

EN LAS AGUAS DEL ZANSKAR



Me he levantado revuelto después de dormir de un tirón. Anoche, cuando me acosté, cenando se me llevaba Morfeo en moto, me propuse dormir hasta despertar esta mañana y lo he conseguido. Tras tantos días de insomnio, despertarme esta mañana ha sido como ganar un concurso, una alegría. Tengo claro que no debo proponerme todo lo que quiero que pase, porque los níveles de decepción llegan a crecer, pero los pequeños pasos suponen mucho. Muchísimo. No me he dado tiempo a pensar, he salido a la calle, he llegado al despacho y me he tomado un café. La ansiedad ha sido mi compañera de viaje hoy, creciendo a lo largo del día y disparándose a la hora de la comida. Cuando intento que la cabeza no piense, el estómago aprieta un poco más. Lo soluciono hablando por teléfono, con unos y otros. Felicito a Prim, que está de cumpleaños. Me alegra que las cosas le vayan bonitas. Se lo merece, es un gran amigo y mejor persona, como se suele decir. Me vengo a tarde en mitad de las horas para tumbarme algo, no lo hago. No puedo. Y rebuscando en los discos me encuentro con un reportaje de Jesús Calleja (Desafío Extremo) en el Zanskar (río ladakhi de Leh donde estuve el verano pasado). Ha sido una buena terapia. El repor acaba ahora, reconociendo en el casi todos los pasos que ha dado el explorador y recordando mi experiencia de hace ya casi un año... ¿Dónde está escondido y guardado todo aquello que encontré junto al Tíbet?

Me sorprende descubrirme compartiendo las penurias de Calleja y recordando casi hasta el sabor de aquellas sopas insufribles. Recuerdo el frío de la noche, el dolor de espalda, mis ganas por contaros, el cielo de Leh, las montañas áridas,... ¡Todo! Como si fuera una pomada, me restriego el Zanskar en gotas de ansiedad y descanso al recordar aquellas aventuras.

Esta mañana Lázaro ha partido para Brasil. A mitad mañana saltaron las noticias contando que un avión de Air France había desaparecido camino de Río. Luego leo bien lo ocurrido y es el que venía hacia Francia el que no han encontrado... La noticia sigue siendo igualmente negativa, pero pensar en un principio en la catástrofe absoluta me ha asustado... Viendo el repor he recordado a Lázaro en aquella odisea que vivimos juntos. Recuerdo la felicidad de cada minuto y la siento lejana. Pero al ver el documental he pensado: "Yo he estado ahí". Y lo mejor... "Puedo volver a estar". Algo me enganchó a aquella tierra, algo que aquí ahora siento perdido. El tiempo, espero, me devolverá a aquellas montañas que se perdían en su altitud. Por lo pronto, esta tarde, me han ayudado a calmarme algo, a recordar, a soñar, a vivir la paz que me trajo la India entre telas de colores chillones.

Ahora salgo a la calle de nuevo. Tengo reunión de trabajo. Tengo ganas de irme de viaje, pero no puedo. Y ahora volar sería maravilloso... Creo que echo en falta las ganas de descubrir mirando adónde sea. Miro las páginas donde se venden viajes y vuelos, pero es imposible salir ahora... Y tengo ganas. Seguiré saliendo a través de aquellos reportajes grabados que fui almacenando. Es otra manera de viajar.

Siento la ansiedad en sorbos de agua y acabo de bañarme en las aguas del Zanskar, como aquella mañana en que el sol me quemó la piel para siempre y se agarrotaban los brazos después de repasar la llegada al Indo sobre una balsa... ¿Recuerdas ahora como se perdían las montañas debajo del cielo...?

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...